Clientes de las cajas de ahorros que se fusionaron para formar Bankia denuncian haber sido “engañados” para comprar acciones de un banco que, intervenido por su alta exposición a activos de riesgo, se desplomó más 60% en Bolsa.
El cuarto banco de España, con 11 millones de clientes, fruto de la unión de siete cajas de ahorros, fue parcialmente nacionalizado la semana pasada debido a su peligrosa exposición a activos tóxicos acumulados desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en el 2008.
Desde entonces, las noticias inquietantes se encadenan, primero la necesidad de proveer 4,722 millones de euros más para protegerse del “ladrillo”, después, una posible revisión de sus resultados a raíz de una auditoría pendiente y, por último, rumores de retiradas masivas de dinero por los clientes, rápidamente desmentidos por el banco y por el gobierno.
Como consecuencia, su acción se desplomó durante 10 días en la Bolsa de Madrid. Se invirtió la tendencia pero, pese a una muy fuerte alza 23.49%, cerró la sesión en 1.75 euros, lejos de los 3.75 euros fijados cuando entró en Bolsa el 20 de julio.
El engaño
“Estamos hablando de usuarios que tenían sus ahorros depositados en las cajas y a los que se embarcó de forma engañosa en la aventura de la Bolsa en unos tiempos de crisis como la actual”, asegura Fernando Herrero, secretario general de la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae).
Esta agrupación intenta ahora reunir a los pequeños accionistas, unos 500,000, para llevar a cabo una acción legal colectiva.
Además de este medio millón de “pequeños accionistas sobrevenidos” en el 2011, la Adicae contabiliza entre 100,000 y 120,000 ahorradores convertidos en propietarios de participaciones preferentes, ahora también devaluadas.
Al día de hoy, todos están de acuerdo en una cosa: llevar a cabo una acción legal.
Fuente: eleconomista.com.mx
Publicada: 20 de mayo de 2012