Primero fue la subida fiscal, que ha provocado fuertes caídas de las ventas a lo largo de todo el año. Luego, a partir de enero, el endurecimiento de la ley antitabaco, prohibiendo fumar en todos los bares, restaurantes y cafeterías. Después de la guerra de precios en el sector y, por último, y no por ello menos grave el fuerte avance del contrabando y la falsificación de cigarrillos.
Mario Espejo, presidente de la Unión de Asociaciones de Estanqueros de España, no gana últimamente para disgustos. Su máxima preocupación en este momento es que los pequeños bazares de barrio, muchos regentados por ciudadanos chinos, se conviertan en un coladero de tabaco falso después de que el Gobierno haya liberalizado la venta en las tiendas de conveniencia.
El contrabando se dispara
«El contrabando de tabaco está ya entre el 7 y el 8 por ciento del total del mercado. Es un golpe muy importante para el sector, pero también para la recaudación fiscal», asegura Espejo en una entrevista con elEconomista. Y el problema ya no es sólo el tráfico ilegal de cajetillas, sino también la falsificación. Según cuenta Espejo, «la Olaf, la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude, ha detectado ya la existencia de fábricas ilegales que están falsificando marcas como Marlboro, Chesterfield o Ducados Rubio».
La gran preocupación en este momento para las expendedurías está en la liberalización de la venta en las tiendas de conveniencia que, en su opinión, convertirá a España en un coladero de tabaco falso.
«Está claro que El Corte Inglés, que es una empresa seria, va a cumplir escrupulosamente la legislación al vender el tabaco en Opencor. Pero el problema son los pequeños bazares de barrio, muchos regentados por chinos. Ahí es donde está el peligro porque el mercado va a ser un coladero de tabaco falso, sin control fiscal, pero tampoco sanitario. Se han llegado a detectar en estos cigarrillos excrementos de conejo. Estamos hablando ya de un delito contra la salud pública y es muy difícil detectar el tabaco falso a simple vista», dice Espejo.
Redes ilegales
El margen que tienen estas redes ilegales es enorme porque el coste de producción es muy bajo, no pagan impuestos y el precio de venta al público es prácticamente el mismo, con lo que además es muy complicado que un fumador pueda distinguir a simple vista una cajetilla auténtica de una falsa.
El máximo representante de los estancos tiene claro que «es un tema que hay que tratar con muchísimo cuidado porque el tabaco genera unos ingresos en impuestos especiales de 10.000 millones. Estamos hablando del presupuesto de tres ministerios».
Y el problema se multiplica además tras el anuncio del candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, de subir los impuestos al tabaco para financiar la sanidad si gana las elecciones generales del próximo 20 de noviembre.
Mario Espejo recuerda que cuando se subieron los impuestos a finales del año pasado, «ya avisamos de que era muy peligroso, y desgraciadamente, el tiempo nos ha dado la razón».
El hecho es que el Gobierno tenía previsto recaudar este año gracias a la subida impositiva 700 millones en impuestos especiales sobre el tabaco y en los siete primeros meses del año ha ingresado 73 millones menos. Hay provincias, como Sevilla, Cádiz o Málaga, que sufren la entrada además de tabaco de contrabando desde Gibraltar, donde las ventas llegaron a caer más de un 25 por ciento.
Zonas desabastecidas
Pese a todo ello, la Unión de Asociaciones de Estanqueros de España asegura que en el mercado sigue habiendo un problema por la falta de expendedurías. Han pasado 8 años desde que se concedieron las últimas licencias y los desarrollos urbanísticos en las grandes ciudades han provocado que muchas áreas queden ahora desabastecidas.
«Hay zonas nuevas donde prácticamente no hay ningún estanco. Harían falta entre 2.000 y 3.000 nuevos establecimientos. Actualmente hay unas 14.000 expendedurías en toda España, pero es que hace treinta años llegó a haber más del doble», explica el presidente de la Unión.
Es uno de sus grandes retos de cara a la próxima legislatura, sea cuál sea el color del Gobierno. Ese y lograr una mayor diversificación de su oferta, «algo imprescindible para el futuro de nuestra red».
Fuente: Eleconomista.es
Por: Javier Romera.
Publicada: 10 de octubre de 2011.