En un golpe para el plan para restringir los tipos de alimentos y bebidas que pueden ser vendidos a los niños de la administración de Obama, el Congreso quiere que las agencias federales evalúen el costo de la propuesta.
Dan Jaffe, vicepresidente ejecutivo de relaciones gubernamentales de la Asociación de Publicistas Nacionales, dijo que la iniciativa de la administración podría costar a los publicistas “muchos miles de millones de dólares”. Dice que le complace que la administración tenga que justificar el costo de la prohibición de algunos comerciales.
“Simplemente no creo que puedan”, dijo el Sr, Jaffe.
El requerimiento de un análisis costo-beneficio fue amparado por la Representante Jo Ann Emerson, R-Mo., en una cláusula adicional a la masiva ley de gastos dirigida a prevenir una clausura gubernamental previa a la Navidad. La ley fue aprobada por la Cámara hoy y se espera que sea aprobada por el Senado mañana. En esencia, la cláusula adicional exige que la administración evalúe los beneficios de una posible reducción en la obesidad infantil con lo que los opositores dicen será una reducción definitiva de empleos en publicidad y una pérdida de ventas para los vendedores de alimentos.
“Esto demostró el peso que le dio el Congreso a la propuesta de la administración”, dijo Jaffe.
Encomendados por el Congreso pasado, la Federal Trade Comission (Comisión Federal de Comercio, FTC, por sus siglas en inglés), la Food and Drug Administration (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) y los Centers for Disease Control and Prevention (Centros para Control y Prevención de Enfermedades) han estado trabajando desde hace más de 18 meses en lineamientos voluntarios que obstruirían la publicidad de algunos alimentos y bebidas a los niños.
Para combatir la obesidad infantil, el grupo interinstitucional está trabajando en recomendaciones para que sólo los alimentos que limitan el sodio, la grasa y el azúcar puedan ser publicitados a los niños.
Pero las industrias de la publicidad y de los alimentos alegan que nadie ha demostrado la relación entre la publicidad y la obesidad infantil.
Jaffe dijo que la administración tampoco ha podido demostrar cómo los nuevos lineamientos afectarían la taza de obesidad infantil.
“El impacto tendría que ser muy alto para superar sus costos extremos”, agregó.
Se esperaban los últimos lineamientos de publicidad antes del fin de año. La intención es que sean voluntarios, pero los opositores dicen que la iniciativa es un intento clandestino para eliminar la publicidad de alimentos a los niños.
A principios de este año, la FTC socavó una propuesta original al reducir el límite de edad del grupo objetivo de 2 a 18 años a 2 a 11. La FTC también revocó la recomendación previa de que las empresas cuyos productos no cumplan con los lineamientos de nutrición obliguen a las marcas que van dirigidas a niños, como las Zucaritas de Kellogg’s, a abandonar los iconos como el Tigre Toño.
La portavoz de la FTC, Cecilia Prewett, emitió una breve respuesta a la acción del Congreso.
“Es evidente que el Congreso ha cambiado de opinión acerca de qué quiere que el grupo de trabajo interinstitucional (GTI) haga con respecto a los informes relativos a los alimentos publicitados a los niños”, dijo. “El GTI evaluará el lenguaje de la legislación y trabajará para apoyar las intenciones del Congreso.
Margo Wootan, directora de políticas de nutrición en el Center for Science in the Public Interest (Centro para las Ciencias en el Interés Público), dijo que la nueva legislación retrasará los lineamientos de marketing de alimentos “considerablemente” pero no matará la iniciativa de la administración.
“Es una técnica artificial para retrasar”, dijo. “Exhortaremos a las agencias a hacer este análisis (de costo-beneficio) tan pronto como sea posible”.
Fuente: Adage.com
Por: Ana Radelat.
Publicada: 16 de diciembre de 2011.