Ejecutivos de constructoras, ex funcionarios y hasta miembros del Congreso están implicados. La compañía cayó víctima de un grupo criminal de políticos, dicen analistas de Brasil.
La presidenta de Petrobras, Maria das Graças Foster, y cinco directores renunciaron a sus cargos en medio de un escándalo de corrupción que ha dañado la imagen de la petrolera estatal, informó la compañía. La empresa comunicó que el consejo de administración se reunirá el viernes para elegir a la nueva dirección ejecutiva debido a las renuncias, anunciadas un día después de una reunión de Foster con la presidenta brasileña Dilma Rousseff, en la que se rumoró la salida, remontando las acciones de la petrolera al alza. Petrobras no reveló los nombres de los cinco directores que renunciaron y aún no es claro quién remplazará a Foster.
Foster, una ingeniera de 61 años que en 2012 fue la primera mujer en dirigir una gran petrolera en el mundo, no ha sido involucrada personalmente en una red de sobornos de cientos de millones de dólares que envuelve a las empresas de construcción más grandes del país, que habrían acordado con la petrolera inflar contratos para apoderarse de las ganancias. Niega también haber sido informada sobre irregularidades en la compañía en la que ha trabajado más de tres décadas.
Rousseff había defendido a Foster como su aliada y se había negado a sustituirla mientras no hubiera pruebas de mala conducta, a pesar de que la presidenta de la petrolera había ofrecido renunciar debido a fuertes exhortaciones de políticos y otros líderes empresariales. En las semanas rumbo al carnaval, máscaras con el rostro de Foster han sido las más buscadas por los brasileños debido al escándalo.
Este escándalo es un desastre para Brasil. La empresa que era un símbolo nacional está hoy frente a una situación melancólica. Es como Graças Foster, que ha visto su prestigiada carrera destruirse, mencionó Carlos Pereira, analista de la Fundación Getulio Vargas. La compañía cayó víctima de un grupo criminal de políticos.
Petrobras es la empresa más grande del país y una de las petroleras más grandes del mundo que exploran yacimientos en alta mar. En los últimos meses se le investiga por un esquema de sobornos que ha resultado en acusaciones en contra de 86 personas, entre los que se encuentran muchos ejecutivos de constructoras que pagaban para obtener contratos. Tres ex directores de Petrobras están implicados en la red.
Según la fiscalía, la causa suma al menos 800 millones de dólares en sobornos y otros pagos ilegales y señala que parte del dinero obtenido fue a parar a las arcas del gobernante Partido de los Trabajadores y de otros dos partidos políticos. Hasta ahora se han recuperado 170 millones, según versiones.
Las autoridades investigan a más de 230 empresas que podrían haber formado parte de la red, y aún se espera que se anuncien cargos contra decenas de políticos, en su mayoría miembros del Congreso, que se sospecha estaban involucrados.
Mientras tanto, la compañía enfrenta grandes presiones para sanear su deuda. Las agencias de calificación de riesgo Moody’s y Fitch redujeron la semana pasada la calificación de la empresa, dificultando aún más su capacidad financiera. Su último balance, presentado el 28 de enero de manera tardía, reveló que sus ganancias bajaron 9 por ciento con respecto al mismo periodo en 2013, sin contabilizar las disminuciones de los valores de sus activos debido a los precios inflados a causa de los sobornos.
Luego Foster anunció que se restringirían las actividades de exploración al mínimo necesario, un drástico giro en una empresa que hace unos años descubrió grandes yacimientos de petróleo en alta mar que prometían impulsar al país al desarrollo.
Creció la presión por sustituir la dirección de la petrolera, y más cuando Foster estimó que las pérdidas por los actos de corrupción podrían ser equivalentes a 30 mil millones de dólares, un cálculo preliminar que aparentemente enfureció a la presidenta Rousseff y que no fue presentado en el informe de resultados trimestrales.
Petrobras está en una posición insostenible, dijo Fabio Fuzetti, analista para Antares Capital Management, con sede en Sao Paulo. Agregó que la decisión era inevitable pero llegó tarde. Tienen que empezar a cambiar las cosas de manera muy significativa. Los resultados de la empresa son preocupantes. Petrobras está en niveles peligrosos de deuda.
Las acciones de Petrobras subieron 15 por ciento el martes, cuando comenzaron los rumores de la salida de Foster, pero cayeron 1.5 por ciento el miércoles.
Algunos esperan que Rousseff, quien fue ministra de energía y presidenta de la junta de Petrobras durante siete años hasta ser elegida mandataria en 2010, elija a alguien fuera de la empresa, pero está por verse qué candidato estaría dispuesto a asumir el liderazgo de la empresa en aprietos.
Según el diario Folha de Sao Paulo, el predecesor y mentor de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva, sugirió al ex jefe del Banco Central de Brasil, Henrique Meirelles, y al presidente de la compañía minera Vale, Murilo Ferreira, como remplazos. Esperamos que quien quiera venir a bordo tenga una fuerte experiencia en el mercado financiero, publicó el Grupo Eurasia.
Fuente: La Jornada