La Secretaría de Salud denunció que industriales incumplieron con el Código de Autorregulación de Publicidad de Alimentos y Bebidas dirigida al Público Infantil (PABI), que entró en vigor en 2009, con el cual se pretendía sacar del aire la publicidad “engañosa” que promueve el consumo de comida chatarra, causante fundamental de la obesidad, como si tuviera propiedades nutritivas.
Romeo Rodríguez Suárez, coordinador de asesores de la Secretaría de Salud, informó que después de que entrara en vigor el código, los industriales de bebidas endulzantes y de alimentos han cumplido en hasta 1 por ciento con dicho compromiso pactado con el gobierno federal, ante la evidencia de que sus anuncios promueven conductas nocivas de consumo compulsivo hacia la comida chatarra, además de resultar engañosas.
Para el funcionario federal, la Ssa ha “batallado mucho con la industria de bebida y alimentos, se sientan continuamente a dialogar, firman convenios y no los cumpno nos queda de otra que sentarnos de nuevo a dialogar, están fascinados con los malos hábitos alimenticios de los mexicanos”.
Por lo mismo, dijo, los industriales fortalecieron este año sus estrategias mercadotécnicas y aumentaron las ganancias con sus productos.
“Estamos hablando que actualmente hay un consumo per cápita por mexicano de 149 litros de refresco anuales, de los cuales 101 son de cola.
“En las comunidades indígenas, como son las Chamulas, Chiapas, ya cambiaron el Posh en sus ceremonias por Coca-Cola y por ello la empresa ha crecido en 23 mil millones de dólares en la fabricación de refrescos”.
Pero además, precisó Romeo Rodríguez, los dueños e inversionistas de grandes empresas también se han negado a modificar las sustancias nocivas con las que producen sus alimentos.
Los dueños de Gamesa “se encuentran” todavía “valorando quitar las grasas trans y parcialmente hidrogenadas, que hacen daño al organismo, de las galletas Marías.
“En la ciudad de Nueva York desde hace tres años está prohibido que cualquier restaurante cocine con grasas parcialmente hidrogenadas”.
La Ssa partió de la evidencia de que más de la mitad de los alimentos anunciados no son recomendables como parte de una dieta saludable ni como parte de una dieta para controlar el peso.
La dependencia estimó que los niños mexicanos ven en promedio, 12 horas y media de televisión a la semana. Un niño de entre cuatro y 12 años puede llegar a observar en promedio 61 anuncios de publicidad por día, casi 22 mil mensajes por año.
“De estos mensajes, cerca de 42 por ciento corresponde a anuncios de alimentos y entre estos últimos 39 por ciento corresponden a golosinas, 12 por ciento a frituras, 9 por ciento a bebidas calóricas, 8 por ciento a galletas y 7 por ciento a pastelillos.
“En contraste los anuncios relativos a agua, frutas y verduras aparecen raramente y únicamente como leyendas instantáneas que nos dicen ‘aliméntate bien come frutas y verduras’”.
Los mexicanos gastan alrededor de 240 mil millones de pesos al año en la compra de comida chatarra y sólo 10 mil millones de pesos en el consumo de 10 alimentos básicos.
Los niños gastan al año 20 mil millones de pesos anuales en golosinas con los 10 pesos que sus padres les otorgan para el recreo.
Y ello explica porque las frutas y verduras no aparecen entre los 10 alimentos de mayor consumo en ningún nivel educativo, y las bebidas azucaradas ocupan uno de los primeros cinco alimentos consumidos en toda la población escolar.
– Claves
Cifras de obesidad
• La Ssa informó que 26 por ciento de los niños de cinco a 11 años tienen peso excesivo, lo que representa 4.2 millones de menores con problemas de obesidad y sobrepeso.
• En la población adolescente la prevalencia registrada es de 31.5%, lo que corresponde a casi 5.9 millones de jóvenes con este problema.
• Si te toma el rango de edad de los 12 a 19 años, la cifra se eleva. Una de cada tres padece obesidad y sobrepeso y en los mayores de 20 años se ha detectado que la prevalencia es de 71% entre mujeres y 66.7% en los varones”, indicó la Ssa.
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