En México 28.3 millones de mujeres son madres y de ellas, más de medio millón tiene entre 12 y 19 años de edad y cuatro de cada 10 son parte de la población económicamente activa. Asímismo, 64 por ciento tiene entre 20 y 49 años y casi 42 por ciento tiene entre uno y dos hijos.
En el contexto de la conmemoración del Día de las Madres, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) también dio a conocer que muchas de las mamás que están unidas en pareja son víctimas de algún tipo de violencia. Así, 32.4 por ciento ha experimentado violencia emocional; 23.3 ha sido víctima de violencia económica; 10.4 ha sufrido agresiones físicas y 6.2 por ciento violencia sexual .
Inmujeres desglosa que 41.8 por ciento de las madres mexicanas tienen de uno a dos hijos(as); 40.6, entre tres y cinco, y 17.6 por ciento tiene seis o más dependientes, y precisa que 516 mil 594 madres, esto es 1.8 por ciento, tiene entre 12 y 19 años de edad.
Panorama laboral
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ser madre de niños pequeños es un factor que dificulta la inserción en el mercado laboral, debido a que las empresas tienden a no dar la oportunidad de trabajar a estas mujeres por el temor de que éstas puedan tener menor disposición de tiempo a causa de sus hijos o que no estén totalmente concentradas en sus labores por la misma causa. También considera que entre más hijos tenga una mujer, disminuyen las posibilidades de conseguir un trabajo.
En tal sentido este organismo de las Naciones Unidas considera que incluso las madres de menores de escasa edad están en mayor desventaja para conseguir un empleo que las personas discapacitadas o las minorías étnicas, pues se les discrimina en mayor medida, y apunta que, en general, las madres acceden a trabajos menos remunerados y con menor calidad y enfrentan mayores tasas de desempleo.
Guadalupe, mujer de 35 años y con cuatro hijos –cuyas edades oscilan entre los 2 y los 10 años y que sólo dependen económicamente de ella–, señaló en entrevista con este diario que aunque terminó la secundaria le fue imposible conseguir empleo en una fábrica o maquiladora, e incluso en una casa, porque, por ejemplo en esta última no querían que cargara con mis hijos, y por ello optó por vender quesadillas y sopes en la calle.
En su puesto, aseguró, finalmente le va mejor económicamente que si trabajara en una maquiladora, porque gana más dinero en su giro. Claro que reconoce que en estos tiempos de influenza la gente le hizo el feo a la comida vendida en la calle, pero ahora que ya no hay tanto miedo la cosa va mejor.
Alicia limpia áreas comunes de condominios y tiene dos niños pequeños; agradece a quienes la han contratado, pues en los siete edificios que asea a la semana, se le ha permitido acudir con sus pequeños, de cuatro y seis años, aunque sé que hay algunos condóminos que no les gusta que ande con mis hijos, especialmente en el estacionamiento, porque suelen salir y entrar vehículos y hay que estar a las vivas de que no se anden cruzando.
