En un año, las empresas que obtuvieron el Distintivo ESR en Perú -primer país al que el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) exportó la metodología para entregarlo- pasaron de 13 a 44, un aumento de 338 por ciento. La segunda edición de esta entrega se llevó a cabo el pasado 8 de agosto y a diferencia del 2011, cuando las 13 firmas que lo recibieron fueron grandes empresas, este año lo alcanzaron cinco medianas empresas, más 39 grandes. Lo refrendaron 12 de las 13 del 2011.
Astrid Mayen Cornejo, gerente de Relaciones Institucionales de Perú 2021 -la organización que entrega el Distintivo en Perú-, recuerda que fue hace cuatro años cuando un directivo del organismo se enteró en un viaje del Distintivo ESR que entrega el Cemefi en México desde el 2000. De regreso lo comentó en el comité de la organización y decidieron buscar al centro mexicano para conocer más.
Pensamos que iba a ser un proceso muy largo pero no lo fue. Adecuamos el cuestionario del Cemefi a la legislación peruana. El año pasado lo lanzamos como un piloto para las empresas del patronato de Perú 2021 (60 en ese entonces), participaron 23 y se reconoció a 13. Para este año, la convocatoria fue abierta y participaron 74 empresas del país”, explicó.
Igual que en México, las empresas peruanas que buscan el Distintivo ESR tienen que responder a un cuestionario en línea de 120 indicadores en cuatro categorías: Calidad de vida de la empresa, ética empresarial, vinculación de la empresa con la comunidad y cuidado del medio ambiente. Lo obtienen las que alcanzan al menos 75% del puntaje obtenido por la empresa con la puntuación más alta en cada edición.
—Como Perú 2021, ¿cuál consideras que es aún su tarea pendiente?
Lo que aún necesitamos impulsar pasa por el tema de la continuidad, de lograr que los empresarios vean que la RSE funciona, que se den cuenta que con el avance de la tecnología y el surgimiento de los reportes ya no se pueden mantener en bajo perfil, sino que ahora tienen que ser transparentes. Cada vez más en los jóvenes hay esa capacidad de innovar, de idear, de renovarse, eso ayuda.
La innovación y la RSE son aliadas. Debe entenderse también que la responsabilidad social no es sólo de la empresa, sino también del gobierno, del consumidor, de los medios, del ciudadano de a pie.
—¿Qué planes tiene Perú 2021?
Estamos trabajando un portal dirigido a cualquier interesado en saber más sobre la RSE. Incluirá lo que hacemos en Perú 2021, casos de éxito, lo que dicen las ONGs, la aportación de universidades y del gobierno. La fecha del lanzamiento es entre el 7 y el 9 de noviembre, durante nuestro Simposio Internacional de Empresa Moderna.
Astrid comparte la visión optimista de un país próspero, justo, democrático y con respeto a la multiculturalildad para el 2021, tal como se lo planteó un grupo de empresarios que en 1994, pasado el terrorismo que azotó a Perú en los 80, viajó a otros países para conocer las herramientas que permitieran al empresariado tener un rol más activo en la sociedad. Así fue como ese grupo de jóvenes conoció la RSE y dio vida a Perú 2021, que cumple ya 18 años y es miembro de la red Forum Empresa.
Pero la visión al 2021 no significa que la labor de esta organización promotora de la RSE esté a unos años de terminar, el camino todavía es largo, comenta Astrid, y la tarea es de todos, insiste. Cada uno: En su casa, en su lugar de trabajo, con sus vecinos, debe asumir su responsabilidad, “tener su corazoncito social”, dice ella, ese que la impulsa en su actuar cotidiano, ese que le recuerda que su hija la espera en casa y debe irse ya.
Fuente: eleconomista.com.mx
Por: Alejandra Aguilar
Publicada: 13 de Agosto de 2012