El slow fashion o moda lenta se caracteriza por pensar, hacer y consumir de manera consciente e intencionada. Al implementarla se fomenta el cuidado de los procesos de producción, buscando asegurar la calidad de cada producto para que sea perdurable y sostenible a lo largo del tiempo.
Este concepto nace a raíz del fast-fashion, un modelo de producción masivo que utiliza recursos sin medir el impacto social y ambiental en su proceso. Por ello, el slow fashion busca que el tiempo, los insumos y la fuerza de trabajo se realicen de forma desacelerada, logrando así que sea una práctica más empática y sensible con el entorno.
El cambio que propone este nuevo tipo de ropa no solo involucra a diseñadores y marcas que pretendan generar cambios hacia un futuro mas verde, sino también influir en quienes compran esas prendas. Te presentamos algunos de los beneficios del slow fashion.