Por: Violetta Farias
La principal diferencia entre el emprendedor tradicional y el social es que el objetivo del primero es el beneficio económico y el segundo tiene un enfoque social. La empresa social debe promover la mejora social a través de la movilización inteligente de sus recursos, además de reservar parte de su beneficio económico en reinvertir en sí mismas o en su entorno, debe perseguir la competitividad de su producción o prestación de servicios, por lo que es necesario la implementación de políticas de calidad, la creatividad debe ser valorada, así como la honestidad con los empleados y los usuarios, valorando la cooperación.
El éxito de un emprendedor social debe construirse y enfocarse en:
1. Desarrollar capacidades de innovación para la mejora de la sociedad,
2. Ser motivadores natos, animan al resto de la sociedad a cooperar y creer en esta nueva ola de negocios y proyectos sociales.
3. Lograr la gobernanza de Stakeholders
4. Brindar una compensación justa
5. Generar ganancias razonables
6. Manejar el proyecto de manera transparente
7. Proteger los activos
8. Promover la responsabilidad social y medioambiental.
9. Desarrollar un plan de marketing social
10. Buscar acuerdos de colaboración con proyectos similares para lograr mayor impacto
11. Emplear correctamente las redes sociales para difundir y posicionar el proyecto
«Algunas personas sueñan con hacer grandes cosas,
mientras otras están despiertas y las hacen». Anónimo.