El gobierno federal privilegió en el 2008 la entrega de donativos con recursos públicos, una de las áreas con mayor opacidad en el gasto. De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda, las dependencias federales destinaron el año pasado 3,066 millones de pesos para donativos a diversas instituciones de ayuda social y sindicatos. Dicho monto es 81% mayor al reportado en el 2007, ejercicio en el que se entregaron 1,691 millones de pesos.
De acuerdo con una evaluación realizada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), los donativos del gobierno federal están entre las áreas menos transparentes en el uso del gasto público. Lo anterior se debe a que su entrega y el destino de los recursos es discrecional y a que hay un nulo control sobre los mismos.
El Economista, Valores y dinero, p. 7
