Un señor bajito, de pelo blanco y bastón, subió ayer las escaleras del escenario principal del Centro Nacional de Convenciones de Doha para recibir el “Nobel” de Educación. Parecía frágil, pero lo empujaba la satisfacción de la tarea cumplida.
Fazle Hasan Abed era director de Finanzas de Shell, en Bangladesh, hasta que en 1972 decidió vender su casa y todo lo que tenía para crear el Comité de Fomento Rural de Bangladesh (BRAC, por sus siglas en inglés). Buscaba enfrentar la crisis humanitaria de-satada en su país durante la lucha para independizarse de Pakistán. “Quería hacer algo por la gente pobre”, fue la explicación simple que le dio a Clarín al contar la motivación que le dio un vuelco a su vida y a la de miles de personas.
La Tercera Cumbre Mundial para la Innovación en Educación comenzó ayer y finalizará mañana en la capital qatarí. Más de 150 expositores y 1.200 participantes de 120 países discuten cómo mejorar la enseñanza, cómo frenar la deserción escolar, cómo generar nuevas ideas pedagógicas. Abed, de 75 años, se convirtió en la estrella. “Estoy encantado de ser el primero en recibir el Premio WISE, agradecido en toda mi humildad”, dijo tras recibir la medalla de oro que acompaña un cheque por 500 mil dólares. “Lo voy a usar para equipar las escuelas y sus bibliotecas”, aseguró.
La Fundación Qatar, que organiza la Cumbre, justificó la inauguración de este premio (el más importante del mundo por su monto y exhaustiva selección) en pos de colocar a la Educación en un nivel similar al de otras áreas del conocimiento, como la Medicina, la Química, la Economía y la Literatura, reconocidas con el Nobel.
Abed aclaró que recibía la distinción en nombre de BRAC, donde trabajan 55 mil personas (45 mil son docentes). La organización construyó 32 mil escuelas y mejoró la calidad de vida de casi 140 millones de personas en 10 países de Africa, Asia y el Caribe. “Brindamos educación primaria de calidad a 5 millones de chicos en Bangladesh. Ahora muchos de ellos son abogados, ingenieros y médicos. Todos tuvieron algo en común: la educación les abrió las puertas de la oportunidad. Fue el catalizador del cambio”, reflexionó. El jurado estuvo integrado por James Billington, de la Biblioteca del Congreso de EE.UU.; Naledi Pandor, ministro de Ciencia y Tecnología de Sudáfrica; Jeffrey Sachs, director del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia (EE.UU.); Fatma Rafiq Zakaria, presidente de la Fundación Maulana Azad, de la India; y el Jeque Abdulla bin Ali Al Thani, presidente de Wise. Se presentaron 400 proyectos. Sólo uno quedó en lo más alto -fundamentaron- por “los modos educativos originales de dar dignidad y esperanza a los más necesitados”.
Fuente: Clarin.com
Por: Pablo Sigal.
Publicada: 2 de noviembre de 2011.