Escrito por Fabián Muro:
Silvia Bueso es conferencista, formadora y mentora internacional, experta en ‘El arte de pedir’. Enseña a pedir sin vergüenza para conseguir los objetivos deseados.
Lleva más de 25 años asesorando a organizaciones sin ánimo de lucro y emprendedores sociales a pedir sin miedo y con seguridad para recaudar fondos de forma efectiva y profesional, con un método propio, práctico, divertido y útil, que nace de las muchas de peticiones que lleva en sus espaldas con resultados estupendos.
Cada año asesora a entidades sociales, deportivas, culturales y educativas y de emprendedores de todo el mundo que logran el deseado sí quiero de los financiadores.
Silvia es la autora de dos libros que enseñan cómo pedir con comodidad y empatía: ‘El arte de pedir para conseguir tus objetivos’ (Ed. Culbuks, 2018) y ‘De darlo todo a pedir lo que te dé la gana’ (Ed. Planeta. Libros Cúpula).
¿Cuál es la importancia de donar?
La importancia de donar es fundamental en diversos aspectos de la sociedad. En primer lugar, la donación contribuye directamente al bienestar de quienes más lo necesitan, ya sea a través de donaciones económicas, de bienes o de tiempo.
Esto puede marcar la diferencia en la vida de personas en situaciones vulnerables o afectadas por desastres naturales, enfermedades u otras circunstancias adversas.
Además, la donación fomenta la solidaridad y la cohesión social, creando un sentido de comunidad y responsabilidad compartida. Cuando las personas donan, se establece un vínculo de apoyo mutuo que fortalece los lazos entre los miembros de la sociedad.
Desde el punto de vista económico, las donaciones son esenciales para el funcionamiento de organizaciones sin fines de lucro y proyectos sociales. Permiten financiar programas de ayuda, investigación, educación y otros esfuerzos que benefician a la sociedad en su conjunto.
En resumen, la importancia de donar radica en su capacidad para generar un impacto positivo directo en la vida de las personas, fortalecer la cohesión social y apoyar iniciativas que contribuyan al bienestar general. Es una forma tangible de participar en la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
Por supuesto, añadir el impacto emocional es fundamental. La donación no solo tiene un impacto directo en quienes reciben la ayuda, sino también en la persona que dona. Al contribuir con recursos, tiempo o esfuerzo, la persona experimenta una sensación de utilidad y generosidad, lo cual puede generar una profunda satisfacción emocional.
La donación brinda la oportunidad de ser parte activa del cambio positivo en la sociedad, lo que puede generar una conexión emocional significativa.
La sensación de hacer una diferencia tangible en la vida de otros puede llenar a la persona de un sentimiento de propósito y gratificación personal. Además, el acto de donar puede fortalecer valores como la empatía y la solidaridad, contribuyendo a un sentido más profundo de comunidad.
La donación no solo tiene un impacto material y social, sino que también enriquece emocionalmente a la persona que dona, brindándole una experiencia satisfactoria al saber que está contribuyendo de manera positiva al bienestar de los demás y siendo parte activa del cambio.
En muchas ocasiones, las personas están dispuestas a ayudar, pero a veces necesitan que se les pida o se les muestre la necesidad para tomar acción. El acto de pedir no solo es una solicitud de ayuda, sino también una oportunidad para sensibilizar a la comunidad sobre las necesidades existentes.
Pedir es, de hecho, el arte de enseñar a la gente el placer de dar. Al comunicar de manera efectiva las necesidades y los objetivos, se brinda a las personas la oportunidad de conectarse con una causa y experimentar la satisfacción de contribuir al bien común. Es un recordatorio de que la solidaridad y la generosidad son parte integral de la experiencia humana y que todos tenemos la capacidad de hacer una diferencia.
En este contexto, la petición se convierte en un puente que une a quienes necesitan ayuda con aquellos dispuestos a ofrecerla. Al hacerlo, se crea un ciclo virtuoso donde el acto de pedir se transforma en una invitación para que otros descubran la alegría y el sentido de propósito que viene con el dar.
En conclusión, pedir no solo es un medio para obtener apoyo, sino también una forma de educar y compartir el placer de dar, fortaleciendo así los lazos de solidaridad en la sociedad.
¿Por qué la gente no dona?
Hay varias razones por las cuales algunas personas pueden optar por no donar, y estas razones pueden variar según la situación individual.
Algunas de las razones comunes incluyen:
Falta de Conciencia: A veces, las personas pueden no estar completamente conscientes de las necesidades o de la existencia de organizaciones que requieren ayuda. La falta de información puede ser un obstáculo para la donación.
Preocupaciones Financieras: En momentos de inestabilidad económica personal, algunas personas pueden sentir que no tienen recursos adicionales para donar. Las preocupaciones financieras personales a menudo ocupan el primer plano en las decisiones de donación.
Desconfianza en las Organizaciones: La falta de confianza en cómo se gestionan los fondos o la preocupación de que la donación no se utilice de manera efectiva puede disuadir a algunas personas de contribuir.
Falta de Conexión Personal: Algunas personas pueden no sentir una conexión personal con la causa o la organización. La falta de conexión emocional puede ser un factor importante en la toma de decisiones sobre donaciones.
Falta de Tiempo o Recursos: La vida cotidiana agitada y las múltiples responsabilidades pueden llevar a que las personas sientan que no tienen el tiempo o los recursos disponibles para participar en actividades de donación.
Falta de Motivación: La motivación personal puede ser un factor clave. Si una persona no percibe el acto de donar como significativo o impactante, es menos probable que se comprometa.
Desconocimiento de Cómo Donar: Algunas personas pueden no estar familiarizadas con los procesos de donación o no saber cómo pueden contribuir de manera efectiva.
Abordar estas barreras implica educación, transparencia por parte de las organizaciones, y la creación de conexiones emocionales para que las personas vean el impacto directo de sus donaciones. La concienciación, la claridad y la conexión son claves para superar las razones por las cuales algunas personas pueden optar por no donar.
No se les pide: En ocasiones, la falta de una petición directa o de una campaña efectiva puede llevar a que las personas no consideren la posibilidad de contribuir. La ausencia de un llamado claro para la acción puede deberse a la falta de conciencia por parte de la persona que podría necesitar ayuda o por parte de la organización que busca donaciones. Sin un pedido claro, algunas personas pueden no darse cuenta de la oportunidad de contribuir, incluso si están dispuestas a hacerlo. Es esencial que las organizaciones y las causas comuniquen claramente sus necesidades y proporcionen vías accesibles para que las personas puedan participar y contribuir.
¿Cuál es el futuro de la procuración de fondos?
El futuro de la procuración de fondos presenta diversas tendencias y cambios que reflejan la evolución de la sociedad, la tecnología y las preferencias de los donantes.
Algunas de las posibles direcciones para el futuro de la procuración de fondos incluyen:
Enfoque en Experiencias y Narrativas Impactantes: La conexión emocional seguirá siendo crucial. Las organizaciones se centrarán en contar historias impactantes y crear experiencias significativas para involucrar a los donantes de manera más profunda.
Innovación Tecnológica: La tecnología jugará un papel fundamental. El uso de plataformas digitales, redes sociales, inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes facilitará la recaudación de fondos, permitiendo métodos más eficientes y personalizados.
Mayor Transparencia y Rendición de Cuentas: A medida que las preocupaciones sobre la transparencia aumentan, las organizaciones deberán ser más transparentes en cuanto a cómo utilizan los fondos. La rendición de cuentas será clave para ganar y mantener la confianza de los donantes.
Enfoque en la Participación a Largo Plazo: Las organizaciones buscarán construir relaciones a largo plazo con los donantes en lugar de transacciones únicas. La lealtad del donante se convertirá en un objetivo central, con estrategias que fomenten la participación continua.
Impacto Medible y Mensurable: Los donantes desean ver resultados tangibles de sus contribuciones. Las organizaciones que pueden demostrar de manera clara y mensurable el impacto de las donaciones tendrán una ventaja en la procuración de fondos.
Enfoque en Donantes más Jóvenes: Con el envejecimiento de las generaciones tradicionales de donantes, se espera un cambio de enfoque hacia las generaciones más jóvenes. Las estrategias se adaptarán para atraer a millennials y generación Z, utilizando plataformas digitales y causas que resuenen con sus valores.
Campañas Colaborativas y Crowdfunding: Las campañas de crowdfunding y los esfuerzos colaborativos entre organizaciones se volverán más comunes. Esto permite una mayor visibilidad y alcance a través de la colaboración en lugar de la competencia.
Sostenibilidad y Responsabilidad Social Empresarial (RSE): La conciencia ambiental y social está en aumento. Las organizaciones que adoptan prácticas sostenibles y muestran un fuerte compromiso con la responsabilidad social empresarial pueden atraer a donantes que buscan alinear sus contribuciones con valores éticos y ambientales.
En resumen, el futuro de la procuración de fondos estará marcado por la tecnología, la transparencia, la conexión emocional y la adaptación a las cambiantes expectativas de las generaciones más jóvenes. Las organizaciones exitosas serán aquellas que puedan incorporar estas tendencias en sus estrategias y mantener una flexibilidad para evolucionar con el panorama en constante cambio.