Te invitamos a leer una entrevista que realizó Foro Energías al analista Raúl Sohr, quien se refiere a los temas desarrollados en su libro “Chao Petróleo” en donde realiza una extensa revisión sobre la influencia que ha tenido este combustible en la sociedad mundial y el papel que juega en los efectos del calentamiento global que vivimos actualmente.
¿Cuáles son los principales temas que se tocan en el libro y qué conclusiones podemos sacar de esta investigación?
Un tema fundamental es la importancia del petróleo en el desarrollo de las sociedades actuales.
El petróleo es la energía más potente, con mayor capacidad de todas las energías que hemos tenido. Fue una inyección a la vena energética de la economía mundial.
Se masificó a tal nivel que llegamos a un punto donde se produce una saturación de partículas por millón (como se les mide) en la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI), causada principalmente por el petróleo y los hidrocarburos, por lo que es urgente descarbonizar el planeta y bajar los niveles de emisiones. En conclusión esto nos tiene que llevar a una revisión profunda de la utilización masiva que se le ha dado al petróleo hasta ahora.
Hay una frase que dice: “La edad de piedra no se terminó por falta de piedras, por lo que la era del petróleo tampoco se tiene que terminar cuando este se acabe”.
Sin embargo las reservas de petróleo se terminarían en los próximos 40 años. ¿Es tiempo suficiente para superar esta etapa antes de que desaparezcan los últimos barriles?
Hay un debate muy grande sobre lo que es el “peak oil”, o sea cuando se llega al punto máximo de producción y se comienza una etapa de declinación. Hay muchos que dicen que esa etapa ya comenzó, incluso hay un estudio del Banco Alemán que confirma este pensamiento, pero como el descenso del petróleo viene de una cumbre muy alta toma muchos años en que se sienta esta escases.
Yo creo que ya estamos llegando al fin de la era del petróleo, de hecho el presidente Obama plantea en su plataforma que Estados Unidos debe abandonar su adicción al petróleo y creo que hemos llegado a la conclusión de que el planeta es finito y que está saturado, por lo que hablamos de 350 ppm (partes por millón) como máximo tolerable de las concentraciones de GEI. Hoy ya estamos en 380 ppm.
¿Cuáles crees que son los dos acontecimientos donde el petróleo tuvo un mayor impacto en la vida del hombre?
Creo que el petróleo es absolutamente determinante en el auge de los Estados Unidos como primera potencia mundial. Este país fue, por muchos años, el principal productor de petróleo y eso le permitió articular una sociedad basada en este hidrocarburo con una expansión extraordinaria a nivel industrial, algo determinante en su auge.
El petróleo también fue una inyección energética para varias sociedades. Un aporte energético barato sin precedentes en la historia del hombre. Mucho de nuestra riqueza y bienestar se lo debemos a este combustible.
En los últimos meses se ha hablado mucho de una crisis energética en Latinoamérica. ¿Qué papel crees que está cumpliendo el petróleo en esas crisis?
Cada país tiene una matriz diferente y a mi gusto la mejor es la de Brasil, que es muy diversificada. Los brasileños fueron casi los únicos capaces de desarrollar una alternativa al petróleo, que es el bioalcohol y capaz de mover casi el 50% del parque automotriz de ese país.
Además ellos tienen una gran participación de la hidroelectricidad y un par de plantas nucleares, por lo que gozan de una situación cómoda.
Respeto al más débil, yo diría que Chile es uno de los países más expuestos y que su mayor amenaza estratégica es la energética. A ninguno de los países vecinos se les puede causar el daño que nos causaría si nos quedamos sin petróleo o gas en estos momentos.
Algo que se vio en los años que vivimos con escases desde Argentina y bueno el gas que tenemos hoy lo proporciona British Petroleum, por lo que si hubiera una crisis mundial esta empresa daría prioridad a otros clientes antes que nosotros.
Todavía estamos en una situación precaria y diría que Chile tiene que hacer un esfuerzo económico y estratégico para tratar de disminuir hasta donde sea posible nuestra dependencia energética, sobre todo con los recursos renovables no convencionales con los que contamos.
Si no tenemos una matriz distinta es producto de los intereses creados, dada la estructura del mercado chileno, pero si lo vemos desde el punto de vista de los intereses nacionales es impresentable el nivel de atraso que tenemos en esta materia.
Sin embargo durante los últimos años se han visto cambios importantes, se ha cambiado la mirada.
¿Qué le parece la creación de este nuevo Ministerio de Energía y la ley que incentiva al uso de las fuentes renovables. Es este el camino a seguir?
Absolutamente. Creo que el ministro Tokman ha hecho un trabajo considerable.
La creación del Ministerio de Energía es un gran paso adelante y los incentivos que se han dado junto con la legislación que se ha aprobado van en la dirección correcta.
¿Cómo ve la situación en la que se encuentra Chile frente a las exigencias medioambientales a nivel mundial, sobre todo por el tema de la huella de carbono que se ha vuelto muy trascendente?
Nuestra huella de carbono es baja, si la miramos en términos internacionales, por lo tanto en ese sentido no estamos mal. Sin embargo desde el punto de vista de las medidas que se están adoptando, el uso del carbón es una pésima noticia, porque aumentamos nuestras emisiones en forma drástica y creo que somos un país particularmente vulnerable por ser exportadores.
La huella de carbono pasará a ser un elemento central en las relaciones económicas entre los países. Cabe mencionar que se está discutiendo un impuesto a las emisiones y se está tratando de establecer mecanismos de desarrollo limpio para exportaciones de uso masivo como los vinos y las frutas, por lo que ciertos productos chilenos se podrían ver afectados por esto.
Siguiendo con el tema medioambiental ¿Qué opina sobre el traspié que sufrió Copenhague cuando los presidentes de Estados Unidos y China señalaron que no firmarían un acuerdo en esta cumbre?
Es un panorama muy complejo y uno de los debates más complicados que he visto, porque la reducción de las emisiones significa distintas cosas para distintos países. Para los Norte Americanos los costes de reducir GEI son enormes, e independiente de la voluntad del presidente Obama, él tiene un parlamento que no va a ser tan dúctil a la hora de establecer un freno.
Por otro lado hay un tema histórico, porque hay países que llevan 200 años emitiendo y otros que empezaron hace 20 o 30 años.
A esto debemos sumar el año de base, porque Estados Unidos dice que reducirá un 17% a partir del 2005, pero el protocolo de Kioto es de 1990 y los europeos se fijaron ese año para establecer sus reducciones, entonces sus plazos apuntan a 2020.
Es muy complejo, creo que hay una conciencia respecto al tema y espero que en Copenhague se llegue a un acuerdo con cifras, porque las declaraciones de principios no valen ni el papel donde se escriben.
Supuestamente, una vez que se termine la era del petróleo debería haber una caída considerable en las emisiones de GEI ¿Pero que hay de todo lo que se está haciendo con el carbón y del auge que está teniendo la energía nuclear cuyos residuos tienen grandes emisiones?
Con el carbón hasta ahora se han hecho experimentos muy interesantes como una planta con captura y secuestro de CO2 en Alemania donde han logrado reducir las emisiones, pero siguen sin resolver el tema de los sumideros (excavaciones subterráneas donde se deja el CO2 secuestrado) que todavía no dan garantía de ser adecuados y de que no producirán efectos secundarios en el medio ambiente.
En lo que se refiere a la energía nuclear, creo que no va a ninguna parte, porque no hay suficiente uranio, según me han dicho operadores de empresas nucleares de Japón donde se está tratando de desarrollar un derivado a este combustible.
Además, este tipo de energía representa un peligro de proliferación nuclear, en el sentido de que estos residuos, si bien no puedes fabricar una bomba con ellos, son radioactivos por lo que puedes causar una destrucción inmensa.
En Chile dicen que Japón resolvió el tema de la sismicidad para construir centrales nucleares y eso no es cierto. La planta de Kashiwazaki que cuenta con siete reactores y que producto de un terremoto ocurrido hace dos años, ha estado cerrada hasta ahora. Sólo en junio comenzó a funcionar el primer reactor.
Entonces si lo japoneses no pudieron resolver ese problema no creo que el país del Transantiago lo pueda hacer mucho mejor.
Entiendo que haya ciertos países, que producto de una falta de recursos naturales deban aplicar esta fuente de energía, pero Chile que tiene una inmensa cantidad de fuentes renovables no convencionales y permiten evitar la dependencia extranjera, no tiene por qué desarrollar la energía nuclear.
Desde su punto de vista ¿cuál es el real peso que tiene la energía renovable no convencional en el desarrollo energético mundial?
Enorme. Por ejemplo, acabo de visitar Dinamarca y ellos generan el 22% de su energía con molinos eólicos y eso que ellos son un país industrializado. España está muy adelantada, Estados Unidos y China están trabajando este tema y las tasas de crecimiento de estas energías son enormes.
El problema con todas estas fuentes es la estructura del mercado, ya que las generadoras y distribuidoras están muy cómodas y ganando mucho dinero, por lo que no quieren más competidores, ni tampoco comunidades que generen su propia energía.
En Suecia hay personas que compran sus generadores y se integran a la matriz, mientras que en Alemania hay más de siete mil biodigestores (residuo agrícola con los que se producen gases para generar electricidad).
En eso Chile está recién empezando, pero por lo menos estamos caminando en la dirección correcta.
Ojala que chile no caiga en el juego de las plantas nucleares, teniendo tanta energia renovable no contaminante por explotar.
Buena entrevista, Admiro la capacidad de análisis de Sohr.