Los envases reutilizables como las bolsas de transporte, loncheras y botellas de agua no plantean un riesgo de contagio viral si se siguen las normas básicas de higiene, según un estudio que tiene por objeto contrarrestar el aumento del uso de plásticos de un solo uso en medio de la pandemia de coronavirus.
El estudio publicado recientemente, pretendía tranquilizar a los consumidores y a los minoristas sobre el hecho de que los planes para traer sus propios contenedores (BYO) por sus siglas en inglés, no son una amenaza para la salud pública y pueden seguir utilizándose como alternativa a los desechables.
La pandemia por COVID-19 ha provocado un resurgimiento de los desechos de plástico de un solo uso, ya que los países han rescindido las prohibiciones relativas al plástico y los minoristas han deshecho los planes de «BYO». Los cierres y el aumento de las medidas de higiene han dado lugar a un fuerte aumento de basura relacionada con la entrega de alimentos y el uso de equipo de protección personal desechable.
Grupos ecologistas, entre ellos Greenpeace, han dicho que la industria del plástico ha aprovechado la crisis para presionar contra la prohibición del plástico de un solo uso, alegando que los productos de plástico desechables ayudan a detener la propagación del virus.
La declaración, firmada por 115 científicos de 18 países, entre ellos Taiwán, Filipinas y Malasia, dice que los sistemas reutilizables pueden utilizarse de manera segura empleando medidas de higiene básicas, como el lavado a altas temperaturas y el uso de sistemas sin contacto para los contenedores de los clientes.
Señaló las investigaciones que demuestran que el virus se transmite principalmente a través de gotitas en el aire, más que por contacto en superficies y que los objetos reutilizables presentan el mismo potencial de propagación vírica que los materiales desechables.
El plástico de un solo uso no es intrínsecamente más seguro que los reutilizables y causa preocupaciones adicionales de salud pública una vez que se desecha.
Mensajes contradictorios
En los últimos meses, los minoristas han adoptado un enfoque confuso de la prevención de COVID-19. En un centro comercial de Singapur visitado por Eco-Business, dos cadenas de cafeterías con sede en los Estados Unidos situadas a menos de 20 metros una de la otra, Starbucks y The Coffee Bean & Tea Leaf, tienen políticas «BYO» completamente diferentes; la primera no acepta tazas reutilizables, la segunda sí.
En SaladStop!, una cadena de alimentos saludables con puntos de venta en Japón, Indonesia, Hong Kong, Corea, Malasia, Vietnam, Singapur y Filipinas, el «BYO» está disponible para los clientes solo en los últimos tres mercados.
La cofundadora Katherine Desbaillets dijo que «no ha habido nada que lamentar» sobre la transmisión de la COVID-19 en estos mercados ya que los contenedores reutilizables de los clientes no pueden tocar otros artículos en la barra de preparación de alimentos y un área designada para los tazones BYO se desinfecta después de cada pedido BYO.
Los clientes son conscientes de cómo funciona el proceso y cómo mantenemos los artículos de BYO separados.
Desbaillets.
Y añadió: no ha habido quejas sobre cualquier riesgo de contagio percibido del programa BYO.
No se ha informado de ningún caso que haya causado la propagación del virus, ni de brotes en puntos de venta al por menor que ofrezcan el programa BYO.
La activista de Greenpeace Marian Ledesma dijo que a medida que los gobiernos permitan la reapertura de las empresas se deben implementar sistemas reutilizables y prohibiciones de plástico de un solo uso para asegurar la protección del medio ambiente, la de los trabajadores y la de los consumidores.