La equidad de género, traducida en salarios iguales y en equitativo acceso a puestos de trabajo para hombres y mujeres, detonaría el empleo en el mundo y, por lo tanto, generaría mayor bienestar para toda la sociedad, apuntó ONU-Mujeres.
Un informe del organismo difundido este lunes propuso una serie recomendaciones que, de ser atendidas, crearían no sólo sociedades más justas en términos de género sino también una economía con nuevos sectores de empleos, sobre todo en la industria relacionada con los cuidados.
“Esta economía respetaría y valoraría el trabajo de las mujeres; eliminaría los estereotipos sobre lo que las mujeres y los hombres pueden y deben hacer; y garantizaría que las mujeres puedan trabajar y vivir sin sufrir violencia ni acoso sexual”, acotó el informe.
Sin embargo, el reporte destacó que pese a que vivimos una era de riqueza mundial sin precedentes, millones de mujeres siguen confinadas en trabajos mal remunerados, de poca calidad, sin disfrutar siquiera de una asistencia sanitaria básica, ni acceso a agua limpia o saneamiento decente.
En el mundo, sólo la mitad de las mujeres forman parte de la población activa, comparadas con las tres cuartas partes de hombres; en tanto que en las regiones en desarrollo, hasta el 95 por ciento del empleo de mujeres corresponde al sector informal, con trabajos fuera de la ley y sin protección social.
Titulado “El progreso de las mujeres en el mundo 2015-2016: transformar las economías para realizar los derechos”, el informe señaló que la carga del trabajo de cuidado no remunerado aún recae en las mujeres y se ha intensificado como consecuencia de políticas de austeridad y recortes.
Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva de ONU-Mujeres, declaró que, además del desigual acceso al empleo, la falta de servicios públicos afecta principalmente a las mujeres y las niñas, que son castigadas injustamente cuando el Estado falla en proveer estos recursos.
“Necesitamos políticas que faciliten que tanto las mujeres como los hombres puedan cuidar de sus personas queridas sin tener que sacrificar su propia seguridad económica, prosperidad e independencia”, añadió.
El documento reveló que a nivel mundial y en promedio, las mujeres cobran un 24 por ciento menos que los hombres y que la brecha en el caso de las mujeres con hijas e hijos es aún mayor.
A la enorme carga para las mujeres por cuidar a otras personas, se añaden tasas inferiores de participación en la población activa, diferencias de remuneración por motivo de género y un menor acceso a las pensiones.
En Francia y Suecia, las mujeres ganarán un 31 por ciento menos que los hombres a lo largo de su vida; en Alemania, un 49 por ciento menos que los hombres; y, en Turquía, una mujer en promedio ganará un abrumador 75 por ciento menos que un hombre durante su vida.
Asimismo, las mujeres se ven limitadas a una serie de ocupaciones infravaloradas. Por ejemplo, el 83 por ciento de trabajadores domésticos de todo el mundo son mujeres y prácticamente la mitad de ellas no tienen derecho al salario mínimo.
Fuente: Blureport