Si queremos obtener las mismas oportunidades, primero debemos comprender que la equidad de género no es un tema de mujeres y que sin la participación de los hombres el objetivo de este término no se logrará
La equidad de género no es un tema de mujeres
Un Informe Global sobre la Brecha de Género 2018, realizado por el Foro Económico Mundial (WEF), señala que la brecha global de género tardará cerca de 200 años en cerrarse y una de las razones es porque las personas no logran entender del todo que la equidad de género no es un tema de mujeres y nos involucra a todos.
La inequidad de género no solo se da en la cuestión salarial, también abarca temas de salud, económicos, educativos y más.
Este tipo de desigualdades y sus soluciones se han integrado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ocupando la meta 5, cuyo objetivo es precisamente lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las nuevas generaciones.
3 claves para impulsar la equidad de género
Para lograr derribar las barreras que afectan a todo espectro de género, es necesario cambiar la mentalidad de las personas y para hacerlo, la organización FSG, realizaron una investigación en la que abordan los beneficios de impulsar la diversidad de género e incorporar las perspectivas de las mujeres.
1-. La equidad de género no puede ocurrir sin la participación de hombres
La investigación menciona que la equidad es relacionas. Esto quiere decir que las desigualdades están arraigadas en dinámicas desiguales que fomentan que no existan las mismas oportunidades entre ambos géneros.
“Independientemente de la cantidad que invertimos en mujeres, los hombres también deben ser participantes dispuestos en la redistribución del poder entre los géneros”, se menciona en el estudio.
Dentro del estudio ejemplifican como manifestación de la inequidad las responsabilidades domésticas que recaen solamente en las mujeres. Esta carga a su vez refuerza la brecha de género y la dinámica de poder desigual entre hombres y mujeres.
“Tomando como ejemplo que, en Brasil, las mujeres gastan más del doble de tiempo en el cuidado infantil y el trabajo doméstico en comparación los hombres, aunque la gran mayoría de las mujeres también están activas en la fuerza laboral”, mencionan.
¿Cómo involucrar su participación?
La organización Promundo, aborda la poca participación de los hombres, promoviendo y aumentando la participación de ellos en las labores del hogar y en la responsabilidad de la crianza de los hijos.
Para asegurar que la iniciativa por promover la participación sea exitosa, Promundo decidió cambiar las políticas para aumentar la licencia paternal remunerada para hombres.
También puso en marcha campañas que alientan a los hombres a participar más en la paternidad y sesiones de educación, asesoramiento y terapia para ayudar a los hombres a apoyar a sus parejas e hijos a partir del embarazo.
Esta organización ubicada en Brasil, sugiere que este tipo de iniciativas deben promoverse a nivel mundial y van más allá de mejorar el equilibrio de las tareas domésticas entre hombres y mujeres
“Son para ayudar a combatir la violencia contra las mujeres y las niñas, mejorar la salud materna e infantil y apoyar el avance de una mayor equidad de género”, señalan.
2-. Las normas de masculinidad afectan los resultados para la equidad
En algunos contextos sociales, las normas de géneros benefician más a los hombres y niños o limitan a que este género pueda expresarse libremente y sin temor a ser juzgado.
“Comprender los impulsores detrás de las motivaciones y comportamientos de niños y hombres puede ayudar a identificar y abordar las barreras sociales no expresadas para la equidad de género”, resaltan en el estudio.
Para quebrar estas leyes, se debe incentivar un cambio en los comportamientos y leyes que rigen actualmente.
¿Cómo impulsar un cambio cultural?
La organización Y-Labs y FSG en su iniciativa“Men Stand Up”, descubrió que los hombres de origen africano y asiático no cuentan con los servicios necesarios para la planificación familiar y no tienen acceso información en materia de sexualidad,
“Estas necesidades no satisfechas en torno a la relación y la alfabetización sexual contribuyen a las barreras para que tanto, hombres como mujeres puedan acceder a la anticoncepción”.
Una forma de cambiar esta realidad y modificar las normas es incluyendo la participación de las empresas, como en el caso de Gillete y su comercial. ¡Te invitamos a verlo!
“Este anunció fomentó un conversación en medios sociales y de masas sobre algunas de las normas y los estereotipos que los hombres encuentran que tienen un impacto negativo en las mujeres y también en otros hombres”, señaló el estudio.
Por nuestra parte, compartimos un pequeño análisis sobre el comercial y un estudio que se realizó basado en este comercial. Puedes leerla aquí.
3. Los hombres pueden ser defensores
El informe de Women in the Workplace 2018 resaltó que por cuarto año consecutivo las mujeres tienen poca representación posiciones de liderazgo.
Por su parte, FSG en una investigación sobre la equidad de género en el sector minorista identificó 12 prácticas basadas en evidencia que apoyan el avance de las mujeres en puestos de liderazgo.
“Para las mujeres en la fuerza laboral, particularmente aquellas que se inician en sus carreras, tener defensores masculinos puede afectar significativamente el crecimiento y el éxito de su carrera”, dijo.
En el sector minorista, un sector donde más del 60% de los ejecutivos y gerentes de alto nivel son hombres y menos del 10% de los directores ejecutivos son mujeres, la necesidad de patrocinadores masculinos activos y comprometidos para las mujeres es aún más crítica.
¿Cómo pulsar su participación?
Los hombres que se encuentran en puestos de liderazgo pueden apoyar a que las mujeres logren impulsar y ocupar puestos que ocupen un cargo alto.
“Más allá de asesorar y patrocinar a las mujeres, es importante que los hombres de todos los niveles se conviertan en aliados y defensores al comprometerse a promover la equidad de género”, señalan.
Además es necesario la intervención de empresas fundaciones y ONG, para involucrar a los niños y los hombres como simpatizantes, participantes y aliados en la lucha por la igualdad de género.
