El techo de cristal que impide a las mujeres acceder a puestos directivos no se ha roto, pero definitivamente ha comenzado a ceder, frente a los esfuerzos de los movimientos por la equidad en todo el mundo.
Un informe reciente de la junta de Spencer Stuart, revela que todas las empresas del índice S&P ahora tienen al menos una mujer en la junta directiva, y el 47% de los nuevos directores nombrados durante el último año son mujeres. Este es el porcentaje más alto de 2021, lo que significa un importante avance en cuanto se refiere a equidad de género en la alta dirección, al menos entre las grandes compañías.
Lo anterior podría ser resultado de los beneficios que las empresas perciben en contar con equipos mixtos en la toma de decisiones.
De acuerdo con triple pundit, el crédito está por todos lados por este impulso en la diversidad de la sala de juntas:
- Inversionistas activistas que han presionado a las empresas.
- Inversionistas institucionales que han defendido tener una junta más diversa.
- La amenaza de los mandatos de los gobiernos estatales en California e Illinois.
Las empresas pueden girar esta tendencia todo lo que quieran, pero esta es más por interés propio que por ser parte de cualquier «comunidad».
Como les gusta decir a muchos en los negocios, la autorregulación es mejor que la regulación proveniente del Gobierno, sin embargo, esta creciente tendencia de diversidad en las salas de juntas es un buen augurio para los profesionales que tienen las habilidades y la tenacidad, pero no las conexiones.
Pero para las empresas privadas, que no tienen que enfrentar tanta presión de agencias reguladoras, inversionistas o bolsas de valores, vemos una narrativa diferente.
Un progreso leve
Un nuevo estudio de Crunchbase sugiere que, si bien ha habido una mejora en la diversidad de la sala de juntas dentro de las empresas de propiedad privada, tal cambio puede, en el mejor de los casos, describirse como un «progreso» leve.
Para las empresas privadas que se han fundado desde 2003 y tienen un financiamiento acumulado de al menos $ 100 millones hasta junio pasado, Crunchbase y su socio en este proyecto, la empresa de impacto social Him For Her, encontraron que:
El 49% de las 350 empresas que examinaron carecen de mujeres en sus tablas.
Esa es una mejora con respecto al 60% informado durante el año anterior, sin embargo, todavía queda un largo camino por recorrer:
El estudio concluye que, a este ritmo, no veremos mujeres en las juntas directivas de empresas privadas en etapas posteriores hasta 2025, y cualquier cosa cercana al género la paridad estará en una década.
Mucha evidencia sugiere que existe una correlación entre el desempeño financiero de una empresa y tener cierto nivel de diversidad en la sala de juntas, sin embargo, más allá de los argumentos básicos, la realidad se hará evidente en muchas de estas empresas más temprano que tarde.
Un buen número de estas empresas se encuentran en una etapa en la que pueden contemplar la posibilidad de cotizar en los mercados públicos; y los bancos de inversión como Goldman Sachs han dejado en claro que no considerarán la posibilidad de hacer pública una empresa a menos que su directorio muestre cierto nivel de diversidad. En ese sentido, Nasdaq ha propuesto requisitos similares para que las empresas coticen en su bolsa.
“Estas medidas tienen el potencial de empujar a las empresas a diversificar sus directorios antes, en lugar de esperar hasta que se enfrenten al escrutinio de los inversores públicos. Pero hasta ahora, estos esfuerzos no son suficientes”, escribió Emma Hinchliffe para Forbes recientemente.
