Desde hace mucho tiempo, las mujeres han sido rechazadas del mundo laboral, sin embargo, conforme van pasando los años, esto ha cambiado. En México, durante los años sesenta, la población femenina representaba el 17.9% de la fuerza laboral, en comparación con las cifras actuales que según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, dice que las mujeres representan 38%.
Aunque este porcentaje ha crecido, todavía falta mucho qué recorrer. De acuerdo con la CEPAL, “las mujeres aportan nuevas habilidades y creatividad, fomentan el trabajo colaborativo e interdisciplinario”, por lo que generan buenos resultados en las empresas y un mayor Producto Interno Bruto en los países.
De acuerdo con el libro Mujeres Rumbo a la Alta Dirección, la mujer no se encuentra igualmente representada en todos los niveles de la empresa, según indican María del Carmen Bernal y Alejandra Moreno, las autoras.
Es por ello que las empresas se han preocupado por incluir a la mujer en la Alta Dirección; muchas de ellas han dado un paso más allá y hasta han dejado que las mujeres puedan obtener cuartos de lactancia, tienen guarderías cercanas, horarios flexibles o home office.
Datos de Forbes, informan que uno de los cambios fundamentales para incorporar a la mujer en la Alta Dirección es la igualdad de oportunidades de promoción. Las directivas encuestadas por el Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección, referidas en el libro Talento Femenino en la Alta Dirección, observan que los factores culturales de género producen diferencias en los procesos de promoción e impiden que la mujer alcance puestos en la Alta Dirección.
Equidad en la dirección: lo que necesitan las mujeres
Lograr la promoción e igualdad en las empresas no es nada fácil. Se necesitan cambios culturales que permitan la inclusión y el desarrollo igualitario de la mujer en las empresas, es por ello que es necesario que ellas se encuentren al frente de la dirección general.
Se necesitan cambios culturales que permitan la inclusión y el desarrollo igualitario de la mujer en las empresa
La inclusión fomenta que la toma de decisiones se facilite y que además esto ayude a que todos los integrantes estén encaminados hacia una visión de equidad de oportunidades.
De acuerdo con Forbes, la inclusión de la familia provee estrategias que conduzcan a que ambos tengan un entorno familiar estable. La cultura organizacional es importante para que se integre a la mujer y que se complemente la visión femenina con la masculina para hacer un entorno colaborativo.
Es recomendable que las mujeres se preparen continuamente, que acepten retos y hagan tareas novedosas en el área laboral, además de que se debe y buscar el crecimiento personal y del equipo con el que se trabaja, así como procurar mantener el equilibrio con la vida personal y familiar.
Para poder lograr la inclusión dentro de las empresas y se necesita obtener el equilibrio entre mujeres y hombres para reconocer y mantener el talento, además de dar culturas organizacionales que integren las necesidades personales, profesionales y familiares de sus líderes y colaboradores.
Diversos estudios han demostrado que tener a una mujer en la alta dirección significa que ella podrá mejorar el ambiente laboral y sobre todo podrá aumentar su economía interna. En tu trabajo, ¿el CEO es mujer u hombre?
