La imagen de la mujer profesionista que escribe en la computadora y habla por teléfono mientras cuida a uno o más de sus hijos y lucha con las actividades domésticas es muy común tanto en los medios de comunicación como en la industria publicitaria. Este paradigma multitareas es comúnmente asociado con el empoderamiento, aunque al analizarlo de fondo se convierte en un terrible reflejo del sexismo que persiste no sólo a nivel mediático, sino también en el mundo corporativo.
El paradigma de la mujer profesionista que hace cualquier cantidad de magia para equilibrar su vida laboral con el cuidado de los hijos y las actividades del hogar es un estereotipo que no sólo responde a la falta de equidad en el entorno laboral, sino que promueve políticas corporativas orientadas a perpetuar las el cuidado familiar como una responsabilidad exclusivamente femenina y obliga a muchas jóvenes a decidir entre su desarrollo profesional y la posibilidad de formar una familia. Pero ¿por qué es que es tan difícil tener ambas?
De acuerdo con la CEO de Payne Group, Donna Payne, la culpa es una de las razones por las que el equilibrio entre la vida personal y el desarrollo profesional constituye una misión casi imposible para el género femenino, ya que como consecuencia de sus actividades profesionales no siempre pueden mantener un espacio impecable. Montones de ropa sucia, una casa que jamás esta impecable y la imposibilidad de transportar a los hijos todo el tiempo a sus actividades extracurriculares se han convertido en precios a pagar a cambio de cumplir con las responsabiidades laborales.
«A medida que los niños crecían caí en la trampa de la culpa y comencé a traer un regalo para ellos luego de cada viaje. Estuvo bien por un tiempo, luego mis hijos comenzaron a tratar mis viajes y ausencias como una norma, esto no me cayó bien a mi tampoco», recuerda Payne, aunque asegura que lo mejor es cerrar la puerta al sentimiento de culpa y reconocer cuando se necesita un poco de ayuda.
Payne asegura que las mujeres profesionistas deben aceptar toda clase de ayuda para la limpieza del hogar e involucrar a sus parejas e hijos en las actividades del hogar y comunicarse con honestidad. «No es fácil convertirte en una persona multitareas cuando todo lo que te rodea es muy importante», señala a través de LinkedIn y asegura que esta dinámica impulsa a los niños a ser autosuficientes.
Esta exitosa ejecutiva afirma además que si bien lograr el equilibrio entre la vida personal y laboral es sumamente difícil, no se trata de una misión imposible. «Sólo tienes que añadir estas palabras a tu vocabulario: suficientemente bueno; nada nunca puede ser perfecto, pero el resultado siempre será bueno», asegura.
