“Hola, soy Erin Brockovich, no Julia Roberts”, así se presenta la peleadora social estadounidense a la que le hicieron una película, y las risas estallan en la sala donde nos encontramos en la Ciudad de México. “Es como mi comentario de entrada de siempre, o mi chiste, si quieres”.
La actriz Julia Roberts se hizo más famosa interpretando a Erin, incluso ganó un Oscar asumiendo en la pantalla grande la vida de esta madre soltera sin entrenamiento legal que le ganó una demanda millonaria a una corporación gigante llamada Pacific Gas and Electric Company que contaminaba el agua potable del sur de California.
El caso le costó una multa de 333 millones de dólares (mdd) a la empresa, mientras que Brockovich ganó 2.5 mdd de bono por el caso. Desde entonces, 1996, esta mujer se dedicó a ser una ambientalista radical. Y llegó a la fama en 2000, cuando el director Steven Soderbergh la hizo película.
A simple vista, parece una estadounidense de vacaciones por la Ciudad de México, con su pelo rubio y su actitud de querer conocer todo. Mientras caminamos, la gente le pide autógrafos, fotos y tiempo para platicar y demostrarle admiración. Es una especie de heroína para algunas mujeres que le piden les platique qué es lo que hace actualmente.
“¡Oh my God!, todo lo que hacemos está rodeado por agua, ni siquiera la ciudad más atemorizante se salva de la contaminación, es significativa y no sólo en Estados Unidos, sino mundialmente.
“Creo que es la única cosa que mundialmente todos necesitamos encontrar, un común denominador y trabajar en él, porque el agua es un sostén de la vida y es más valiosa que el petróleo”, expone Brockovich cuando le preguntamos a qué se dedica. “¡Oh my God!, en qué no estoy trabajando ahora. Para mí, la mayor preocupación que estamos enfrentando en Estados Unidos, y estoy consciente que también a escala mundial, son los problemas de agua. Todos están buscando más sobre el cambio climático y los hundimientos, la cosa más atemorizante sobre el agua para mí claramente es si observamos su contaminación”.
―En México, cuando vemos imágenes sobre Flint, en Michigan, y la gente quejándose contra los gobiernos y las compañías que contaminan el agua, y vemos esas imágenes del agua amarilla o de otro color, en los países de desarrollo decimos: No está tan mal porque hemos tenido peor agua en México que en Flint. ¿Qué piensas cuando la gente se acostumbra a tener agua de pésima calidad? No puedes tomar agua de la llave en México, por ejemplo.
―Bueno, deberíamos ser capaces de hacer algo. Una cosa que tenemos que observar es que ignorar o hacer caso omiso del agua que una población está tomando… no tiene que ser así. Todos entienden… En Flint tenemos una enorme contaminación por plomo, pero en Hinkley, California, teníamos un grandísimo problema de contaminación por cromo VI y esto no existe sólo en una localidad.
Es un gran problema, y en ciertas ocasiones no sabemos ni siquiera qué hay en nuestra agua; estamos acostumbrados a que sistemas y organismos regulatorios la limpien por nosotros, y cuando ésta sale por nuestra tubería nos sentimos seguros. Pero en realidad tenemos muchos problemas.
Entonces, tenemos pesticidas y plomo en el agua, desperdicios, ciertos niveles de drogas farmacéuticas y gluten.
El agua de los cultivos presenta problemas, hay pesticidas en el agua. Y el problema es que nuestra salud estará de por medio en el futuro; creo que estamos empezando a ver justo ahora las consecuencias en Estados Unidos, y te puedo contar que también estamos empezando a verlas en otros sectores de la población alrededor del mundo.
Cuando tú tomas niveles bajos de todo lo que te mencioné antes –pesticidas, farmacéuticos y gluten– en el agua, puede pasar mucho tiempo antes de que veas cómo te afecta.
Estamos viendo más poblaciones alrededor de campos, más niños con asma o con problemas de aprendizaje.
Mucha más gente me ha estado reportando que hay más niños en su cuadra que están desarrollando cáncer a edades tempranas. Por eso necesitamos ver que el agua es un elemento necesario para sostener toda la vida.
Y aunque no veas (la contaminación en el agua) diariamente y en grandes cantidades, hay pequeñas dosis en cierto periodo que harán que estemos en serios problemas. Especialmente teniendo de por medio la salud de poblaciones, la sociedad estando enferma, cuando la solución pudo haber sido: mirar el agua.
“Y también en algunos casos decirles que no podemos filtrar el agua, no podemos reciclar el agua, tenemos que cambiar nuestro proceso de pensamiento y no dar por hecho que el agua es algo que siempre estará aquí y tomar eso como una certidumbre, porque no es cierto.
Fuente: Forbes