Leonardo Ortiz, director Global de Filantropía de Microsoft, señala que la ambición de la firma tecnológica es contribuir a disminuir la brecha digital en el mundo, así como preparar a la próxima generación de trabajadores o empresarios, sin importar que estos se dediquen a la industria de la tecnología o no.
“Independientemente de la industria en la que estén (jóvenes) van a necesitar habilidades técnicas que van más allá del uso de las herramientas tecnológicas, por lo que Microsoft busca impulsar el reforzamiento de las habilidades de las personas”, puntualiza el directivo de origen mexicano a Forbes Centroamérica.
Una parte de los programas de Microsoft va enfocada en el fortalecimiento de las habilidades, sin embargo, uno de sus objetivos es disminuir la brecha digital, señala Ortiz.
En los países subdesarrollados, la penetración de internet no llega al 10% de la población, sólo el 7% de los hogares tiene acceso a la red y menos del 1% tiene servicio de banda ancha fija, según la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
En el año 2000, cuando el internet se convirtió en una realidad en el mundo, Bill Gates y gente de la industria señalaron que existía un problema al que se le conoce la brecha digital, cuenta el director Global de Filantropía de Microsoft.
Ante esta situación, la firma tecnológica empezó a invertir en la alfabetización digital para cerrar esa brecha.
Una muestra del éxito de los programas filantrópicos de Microsoft fue que ayudaron a 250 millones de personas en el mundo entre 2002 y 2012, relata Ortiz a Forbes Centroamérica.
“Cuando revisamos nuestra estrategia después de la crisis de 2009, nos dimos cuenta de que el mundo tenía una realidad distinta a la del año 2000. Una de las principales características era que había una población joven que como porcentaje era la más grande de la historia”, explica el directivo.
El problema con la crisis financiera de 2008 es que había un superávit de capital humano, pero un déficit de empleos, expone.
Fortalecimiento de habilidades, principal herramienta para disminuir a los Ninis
La firma tecnológica invierte 1,000 millones de dólares en especie y 150 mdd en dinero en su división filantrópica. Uno de los programas fde Microsoft es Yo puedo programar que apoya un mayor desarrollo del capital humano.
Este programa busca contribuir a las medidas de los gobiernos para disminuir la población de jóvenes que no estudian ni trabajan, los llamados Ninis, comenta Ortiz.
El Banco Mundial señala que hay 600 millones de Ninis, por lo cual el reto será crear cerca cinco millones de fuentes de trabajo mensuales. Es ahí donde el programa de Microsoft resulta una opción para esta población.
“Dijimos: vamos a enfocarnos en jóvenes porque ahí está el problema mayor”, apunta.
El directivo de Microsoft reconoce que la tarea de ayudar a los jóvenes no la hacen solos, ya que son apoyados por Organizaciones no gubernamentales, quienes les dieron retroalimentación para saber en qué áreas era mejor especializarse.
A través de la retroalimentación que se llevaron decidieron apostar por las ciencias de la computación debido a que son una empresa tecnológica.
“Al darnos cuenta de que las ciencias de la computación son una herramienta necesaria para los trabajos del futuro, dijimos porque no empezamos a darle a los jóvenes esas habilidades que van a necesitar en el mercado laboral y que no necesariamente trabajen en la industria tecnológica”, destaca.
En la actualidad las empresas buscan habilidades transversales y que no necesariamente se imparten en las universidades como temas en colaboración, trabajo en equipo y resolución de problemas.
Uno de los principales desafíos a los que se enfrenta la población con la evolución tecnológica es que las personas pierdan sus empleos por la falta de capacitación o maquinas hagan sus labores, estima Ortiz.
“La innovación trae desafíos uno de ellos es el desplazamiento de puestos de trabajos. Eso no quiere decir que esos empleos se van a perder. Lo que nosotros estamos pensando es que el mapa de los empleos en el mundo se va a transformar, por lo que ya no habría recepcionistas o taxistas”, expone.
Fuente: Forbes