La erradicación de la pobreza ha sido uno de los principales objetivos de la comunidad internacional, especialmente tras la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2015. Uno de los compromisos más ambiciosos de la Agenda 2030 es erradicar la pobreza en todas sus formas y dimensiones. Sin embargo, el reciente informe del Banco Mundial titulado “Pobreza, Prosperidad y Planeta” revela que este objetivo se encuentra en riesgo. A pesar de los avances logrados en las últimas décadas, factores como la pandemia han frenado el progreso y podrían retrasar la erradicación de la pobreza más allá del 2030.
El Banco Mundial advierte que la pandemia de COVID-19 ha sido un obstáculo significativo, afectando desproporcionadamente a los países de ingresos bajos, que aún no han logrado recuperarse completamente. Con casi la mitad de la población mundial viviendo con menos de 6.85 dólares al día, la pobreza sigue siendo una realidad persistente para millones de personas. En este contexto, es crucial preguntarse: ¿se logrará erradicar la pobreza para 2030 o este objetivo será inalcanzable?
Erradicar la pobreza después de la pandemia
El informe del Banco Mundial destaca que, aunque más de mil millones de personas han salido de la pobreza en las últimas décadas, la pandemia revirtió parte de esos avances. En particular, los países de bajos ingresos han sido los más afectados, lo que ralentizó el progreso hacia la erradicación de la pobreza. Según Luis Felipe López-Calva, director de Pobreza y Equidad del BM, muchos de estos países aún no han logrado recuperarse del golpe económico que sufrieron debido a la crisis sanitaria mundial.
Antes de la pandemia, la reducción de la pobreza global avanzaba a un ritmo más rápido, pero desde 2020, el porcentaje de personas que viven con menos de 6.85 dólares al día ha permanecido prácticamente estancado. Además, el crecimiento poblacional en algunos países ha mantenido las tasas de pobreza a niveles elevados. Estos desafíos sugieren que, al ritmo actual, no se alcanzará el primer ODS para 2030, lo que exige un replanteamiento de las políticas y esfuerzos para abordar este problema global.
Pobreza extrema: una preocupación persistente
Una de las principales preocupaciones que refleja el informe es la persistencia de la pobreza extrema. Actualmente, el 8.5% de la población mundial, alrededor de 700 millones de personas, vive con menos de 2.15 dólares al día, lo que las sitúa en condiciones de pobreza extrema. Aunque este porcentaje ha disminuido desde 1990, el Banco Mundial proyecta que para 2030 todavía el 7.3% de la población seguirá en esta situación, lo que equivale a cientos de millones de personas sin acceso a necesidades básicas.
Para los países de ingresos bajos, las perspectivas son aún más desalentadoras. El informe sugiere que, si no se implementan cambios significativos, podrían pasar más de tres décadas antes de que estos países logren erradicar la pobreza extrema. Las disparidades económicas y el acceso limitado a recursos como la educación, la salud y el empleo agravan la situación, creando una barrera difícil de superar sin una intervención global más intensa y coordinada.
¿Qué se necesita para erradicar la pobreza?
El Banco Mundial enfatiza que, para erradicar la pobreza en todas sus formas, será necesario un esfuerzo mucho mayor del que se ha visto hasta ahora. Entre las recomendaciones destacan la necesidad de fortalecer los sistemas de protección social, mejorar el acceso a servicios básicos como la salud y la educación, y promover el crecimiento económico inclusivo. Sin estas medidas, es poco probable que los países en desarrollo logren mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos más vulnerables.
Además, es fundamental abordar la desigualdad económica y social que contribuye a perpetuar la pobreza. Los países de ingresos bajos necesitan mayores inversiones en infraestructura, políticas laborales más inclusivas y mecanismos para fomentar el empleo digno. La colaboración internacional también será clave, ya que muchas de estas naciones carecen de los recursos necesarios para implementar las reformas necesarias por sí solas. Sin el apoyo de la comunidad global, el objetivo de erradicar la pobreza seguirá siendo esquivo.
Una meta difícil de lograr para 2030…
Aunque los avances logrados en la reducción de la pobreza en las últimas décadas son innegables, el informe del Banco Mundial deja claro que erradicar la pobreza para 2030 será extremadamente difícil. La pandemia, el estancamiento económico en los países de ingresos bajos y la persistente pobreza extrema son factores que complican este objetivo. A menos que se realicen esfuerzos más concertados y ambiciosos a nivel global, las proyecciones indican que la pobreza seguirá afectando a millones de personas en todo el mundo más allá de 2030.
Es responsabilidad de los gobiernos, las organizaciones internacionales y el sector privado intensificar sus esfuerzos para combatir la pobreza de manera efectiva. Solo a través de una acción conjunta y sostenida se podrá construir un futuro más equitativo y justo, en el que la pobreza no sea un destino inevitable para millones de personas.