“El hombre es dueño de su destino y su destino es la Tierra y él mismo la está destruyendo hasta quedarse sin destino”.
Frida Kahlo
Recientemente la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas de Naciones Unidas publicó un estudio donde concluye que alrededor de un millón de especies de animales y plantas se encuentran en peligro de extinción. Otro dato escalofriante es que 8 millones de toneladas de plásticos acaban en los mares y océano de forma anual, formando el 60-80% de la basura marina, de acuerdo con la organización Green Peace.
Lo anterior es solo la punta del iceberg de una situación global que merece nuestra atención de forma urgente. El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente y de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, nos brinda la oportunidad de ampliar las bases de una opinión pública bien informada y de una conducta de los individuos, de las empresas y de las colectividades inspirada en el sentido de su responsabilidad en cuanto a la conservación y la mejora del medio.
El compromiso de revertir esta terrible situación y cuidar de nuestro planeta nos compete a todos: ciudadanos, gobiernos, sociedad civil y empresas. En este sentido, la responsabilidad social corporativa es un concepto que nos impulsa a las compañías a contribuir al desarrollo humano sostenible a través de prácticas que ayuden a crear un cambio positivo en las comunidades en las que tenemos presencia.
BIC, líder mundial en la venta de artículos de papelería, encendedores y rasuradores, cuenta con una robusta estrategia para reducir su huella ambiental en todas sus operaciones. Para ello, actúa a través de distintos ejes como la implementación de sistemas de gestión ambiental, optimización del consumo de agua y energía, reciclaje de residuos y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, entre otros.
Las acciones sostenible de la compañía han tendido resultados destacables, por ejemplo, hemos reducido en un 85% el consumo de agua, en 24% el uso de energía y en 13% la producción de residuos no reciclables durante los últimos 10 años.
En el tema de empaques, también hemos avanzado mucho, promoviendo estrategias de economía circular: el 90% de los envases de cartón proviene de fuentes certificadas y/o recicladas y el 83% de nuestros embalajes de plástico está libre de PVC .
En Francia, BIC lanzó “Ubicuity”, la primera línea de muebles fabricados a partir de bolígrafos reciclados. Para crear esta gama de mobiliarios para el exterior, BIC imaginó un sistema de reciclaje permanente que funciona a través de un círculo virtuoso: demostrando a los ciudadanos y alumnos que, gracias a sus esfuerzos de separación de basura, las plumas se pueden reutilizar para crear sillas, mesas y otros tipos de muebles; acelerando y optimizando el reciclaje de desperdicios y financiando la extensión del programa de reutilización de bolígrafos.
Nuestro planeta Tierra nos necesita, es momento de actuar y unir esfuerzos.
Comunicado de prensa.