Funcionarios de gobierno y expertos en salud de todo el mundo se reunieron hace unas semanas en Corea del Sur para discutir algunas propuestas de restricción al cultivo del tabaco.
La Convención de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Control del Tabaco tuvo lugar en Seul, donde los representantes de más de 170 países se concentraron en reducir la demanda del tabaco.
El precio y las medidas fiscales propuestas para limitar las áreas tabacaleras, y las alternativas en políticas económicas viables para el cultivo, encabezaron la agenda.
Ésto a raíz del inicio de la adopción de un nuevo tratado para combatir el comercio ilícito de productos de tabaco.
En todo el mundo, la industria observa de cerca los procedimientos. En Malawi, por ejemplo, el tabaco es la fuente principal de exportación, por lo que lo agricultores se muestran preocupados de que las restricciones sean devastadoras para ellos y sus comunidades.
«Dejar de cultivar el tabaco sería matarme a mí y a toda mi familia», afirma Steave Msambrica, un agricultor de Malawi que ha cultivado tabaco durante más de cuarenta años, «Gracias a este negocio fui a la escuela, también mis hijos, y mis hermanos».
La OMS afirma que las propuestas del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) ayudarán a que los gobiernos de todo el mundo promuevan un descenso considerable de la demanda y consumo del tabaco.
Yussuf Saloojee, del Consejo contra el Tabaquismo de Sudáfrica, afirmó que el objetivo de la convención de la OMS consiste en preguntarse cómo ayudar a los agricultores, y señaló que esta disposición tiene visión a futuro: entre menor sea el número de fumadores, la demanda del tabaco se reducirá más, y entonces se necesitará proporcionar a los trabajadores una alternativa viable para generar ingresos.
Así mismo, afirmó que éste tratado no busca hacer daño a la agricultura africana, sino la prosperidad de la misma.
Sin embargo en Malawi, el tabaco es la fuente principal de las exportaciones, por lo que muchos agricultores se preocupan de que las restricciones sean devastadoras para ellos y sus familias. La Asociación Internacional de Productores de Tabaco (ITGA por sus siglas en inglés) representa a unos 30 millones de agricultores de la industria, y ve el movimiento de la OMS como parte de una campaña antitabaco dirigida a reducir su producción.
Francois van Der Merwe, presidente de la ITGA en África, aseguró que seguirán haciendo lo que creen que es correcto, y señaló que el tabaco es un producto legal con efectos perjudiciales, por lo que los gobiernos deben concentrarse más en atender la educación de la población, en lugar de atacar a la industria impulsando medidas extremas, ya que los agricultores también representan un sector vulnerable.
Se estima que África tiene entre su población más de un millón de productores de tabaco, los agricultores de todo el continente declararon su oposición a los planes argumentando que podrían perjudicar las economías locales amenazando los puestos de trabajo en diferentes países.
Siete de cada 10 trabajadores en Malawi están relacionados de manera directa o indirecta con el sector tabacalero, y de acuerdo con la ITGA, esta industria representa el 70% de los ingresos del país y el 15% de su PIB total.
Esto hace de Malawi un país vulnerable y dependiente de la producción de tabaco. El año pasado, sus ingresos se redujeron en un 5.5% como resultado de una mala cosecha y la disminución de los precios.
El gobierno esta tratando de disminuír dicha dependencia a través del fomento de la diversificación de la agricultura y el reforzamiento de la actividad turística.
Peter Mwanza, ministro de agricultura de Malawi, dijo: «Nuestro punto de vista del protocolo del CMCT, en particular sobre los artículos 17 y 18 [«Prestación de apoyo a actividades alternativas económicamente viables» y «protección del medio ambiente y la salud de las personas» respectivamente], son bastante injustos para Malawi y otros países productores de tabaco.» Y agregó: «Lo mejor que podían haber hecho era consultar a los agricultores y también poner las medidas que ayudaran a la diversificación del cultivo del tabaco. No nos oponemos a que la gente sea protegida del consumo del tabaco, pero si por ello la gente va a padecer hambre entonces van a morir más rápido que si fumaran porque esta gente no tienen ningún ingreso alternativo.»
Traducción Libre de CNN
