Desde el comienzo de la invasión a Ucrania, varias empresas han suspendido sus operaciones como una forma de protesta. Sin embargo, el gigante tecnológico —con el motor de búsqueda más utilizado a nivel mundial— aún sigue en territorio del Kremlin, por lo que surge la duda de si Google es aliado de Rusia.
De acuerdo con el portal de noticias CNN, muchos de los servicios de Google, incluidos los de búsqueda, mapas, Gmail y —quizás el más importante— YouTube, siguen estando disponibles, mientras que Facebook, Instagram y Twitter han mantenido una postura de no brindar servicio.
¿Rusia se quedará sin internet?
La situación ilustra el complejo panorama en el que se encuentra el frágil ecosistema de internet ruso, país que ha intentado aislar del mundo, su acceso a la red, pero que parece reconocer la posible reacción negativa de los ciudadanos de conseguirlo.
Por su parte, Google se ha pronunciado en contra de las acciones de Rusia, pero tiene incentivos estratégicos y morales para quedarse. Incluso, pese a que el regulador de comunicaciones de Rusia, Roskomnadzor, continúa presionando a la compañía, dirigida por Sundar Pichai, con multas impuestas por la negativa a eliminar contenido considerado ilegal o los casos administrativos abiertos contra la filial a petición de medios rusos.
El golpe más reciente consistió en que Google de Alphabet Inc. se declaró en bancarrota, por lo que tuvo que frenar la mayoría de sus operaciones comerciales, después de que el autoridades locales tomarán el control de sus cuentas bancarias.
La incautación de la cuenta bancaria de Google Rusia por parte de las autoridades rusas ha hecho insostenible que nuestra oficina funcione, incluido el empleo y pago de empleados de la sede, el pago de proveedores y vendedores, y el cumplimiento de otras obligaciones financieras.
Portavoz de Google.
Informar en tiempos de guerra… ¿Google aliado de Rusia?
Al respecto un portavoz de Google anunció que la gente en Rusia podría continuar accediendo a información de calidad y servicios gratuitos disponibles, como Búsqueda, YouTube, Gmail, Maps, Android y Play. Además, el ministro de desarrollo digital de Rusia, Maksut Shadayev, descartó una prohibición total de YouTube, uno de los servicios más populares de la nación.
Para Google, existe un valor estratégico claro por continuar en una región con más de 100 millones de usuarios de Internet y un mercado en el que ya tiene una posición sólida.
Varios servicios de Google han obtenido una participación de mercado significativa en Rusia, que la empresa puede desear mantener con la esperanza de que termine la guerra y se levanten las sanciones.
Mariëlle Wijermars, profesora asistente de ciberseguridad y política en la Universidad de Maastricht en los Países Bajos.
YouTube, el último hombre de pie
Sin embargo, para algunos expertos, la elección de Google obedece más a una acción responsable de seguir enviando información hacia los disidentes en Rusia sobre lo que ocurre en el exterior, que un motivo empresarial.
Google no ha respondido a las preguntas sobre sus motivos para mantener activos sus servicios en Rusia, pero Susan Wojcicki, directora ejecutiva de YouTube expuso lo importante que es enviar noticias independientes.
[…]creemos que es realmente importante para poder ayudar a los ciudadanos a saber qué está pasando y tener perspectivas del mundo exterior.
Susan Wojcick, directora ejecutiva de YouTube.
La plataforma es utilizada por aproximadamente las tres cuartas partes de la población en línea de Rusia, o más de 77 millones de personas, según estimaciones de Insider Intelligence.
A pesar de las continuas advertencias del gobierno ruso para eliminar contenido, YouTube sigue siendo uno de los pocos enlaces digitales entre Rusia y el mundo exterior. Especialmente, desde que se bloquearon otras redes.
YouTube ha sido utilizado durante mucho tiempo por las autoridades rusas, llegando a millones de suscriptores, no está claro de que sucederá, pero la larga lista de empresas tecnológicas que ha anunciado que abandonarán el mercado ruso, hace que la economía digital sea vulnerable a futuras interrupciones.
