En los últimos 200 años, el comercio mundial se ha multiplicado por 540, por lo que se puede asumir que el trabajo de las agencias publicitarias ha aumentado a la par. Por ello, si la industria y el comercio contaminan durante la fabricación y distribución de sus productos, la publicidad es co responsable por el impulso que imprime a las ventas, muchas veces alentando el consumismo desmedido.
Solitaire Townsend, cofundadora y Directora de soluciones en Futerra, abrió este tema en una TED Talk. Durante su charla, señaló que las personas solo relacionan con el cambio climático a las industrias pesadas y sectores como la minería y la ganadería. Sin embargo, la industria de la influencia, en la que se incluyen agencias publicitarias y de relaciones públicas, consultoras de gestión, bufetes corporativos y grupos de presión, tiene también responsabilidad por el daño que se ha causado al medio ambiente.
Esto se debe a que la influencia ejercida por un grupo de personas, que saben muy bien cómo funciona la comunicación y la mente humana, es lo que permite la producción y venta masiva de artículos. Al mismo tiempo que procura una buena reputación corporativa de las marcas ante la sociedad.
Consumismo ¿quién lo promueve?
Todas las empresas tienen estrategias de marketing para promover sus productos o servicios, porque tienen el potencial de influir en la forma en que las personas perciben algo. Por ello, cuando un anuncio le da a un consumidor nueva información o altera su opinión, incluso ligeramente, la marca detrás de ese anuncio cambia la percepción de la realidad de ese consumidor.
Esta alteración busca convencer a la gente para adquirir productos que quizá no necesite, como un celular de última generación cuando ya se tiene uno que es totalmente funcional. Esta tendencia de comprar más y más cosas se conoce como consumismo. De acuerdo con Greenpeace, dicha práctica tiene graves consecuencias par la salud del planeta y la humanidad. Por lo que hay una necesidad urgente de cambiar la forma de consumo.
Un ejemplo claro de que la publicidad contamina es el citado por Solitaire Townsend. Gracias a una campaña publicitaria, que ganó un premio por su efectividad, Audi —empresa fabricante de autos— generó 1,780 millos de dólares porque aumentó la venta de coches. Sin embargo, también se emitieron 5.1 millones de toneladas de CO2 derivadas de la producción de esos vehículos. Es por ello que la industria de la influencia no debería concentrarse en un crecimiento económico desmedido.
La publicidad contamina de forma indirecta
Las empresas por sí mismas no venden sus productos o servicios, sino que se trata de una estructura más grande. Como señala Townsend, por ejemplo, una plataforma petrolera solo produce petróleo, por lo que necesita personas que se encarguen de todo lo demás.
De esta manera, se requieren consultoras para modelar financieramente el negocio; grupos de presión para impulsar la aprobación reglamentaria; agencias de relaciones públicas para poner a favor a las comunidades de donde se extrae la materia prima; bufetes de abogados para eliminar cualquier objeción legal; y, por último, agencias publicitarias para crear campañas que vendan tanto la imagen de la compañía como el producto.
Y, aunque se sabe que hay compañías implicadas en delitos ambientales debido a su negligencia con las regulaciones ambientales, no es posible responsabilizar todavía a la industria de la influencia por el impacto ambiental de sus clientes. Esto se debe a que la publicidad contamina de forma indirecta con el uso de los productos que se venden, como automóviles, o durante la cadena se suministro para producir dichos productos.
Publicidad ¿contamina o soluciona?
Hay un problema grave con toda la contaminación generada a partir de la influencia de los anuncios y el encubrimiento de delitos ambientales para limpiar la reputación de las marcas. Por ello, Solitaire Townsend afirma que es tiempo de que la industria de la influencia se tome en serio su responsabilidad social empresarial.
Es importante cambiar el enfoque de la industria porque se contrata a las personas más ingeniosas, creativas, conocedoras e influyentes que la humanidad tiene. Y, son esas las habilidades que se requieren para cambiar el curso climático, tal como señala Townsend. Durante su charla, increpó a toda la gente dentro de esta industria:
«¿Estás vendiendo tu talento a la gente adecuada?».
Solitaire Townsend, cofundadora y Directora de soluciones en Futerra.
Es responsabilidad de esta industria buscar soluciones e influir en los clientes, es decir, en las empresas que contratan los servicios publicitarios. Por ello, se debería optar por el marketing sustentable para apoyar productos, prácticas y valores de marca ambiental y socialmente responsables. De esta manera, se pueden construir relaciones con las y los consumidores y hacerles saber que son importantes, mientras se cuida al medio ambiente y los intereses de las empresas.
