También habría que preguntarse si herramientas digitales como Periscope sólo sirven para exhibir a personas o también para hacer cambios estructurales en el cumplimiento de la ley.
Desde hace unas semanas, el city manager de la Delegación Miguel Hidalgo, Arne aus den Ruten Haag, inició con un operativo llamado Vecino Gandalla, que consistía en salir a las calles armado con un teléfono celular y la plataforma de transmisión de video en tiempo real Periscope para evidenciar conductas al margen de la ley de los vecinos de la demarcación.
La propuesta fue recibida con bastante éxito por los ciudadanos de la capital del país, ya que el funcionario se ha enfrentado lo mismo a personas que tiran basura en la calle que a guardaespaldas prepotentes de empresarios oscuros. De hecho, al city manager le valió una golpiza el último suceso.
Lo que no se puede negar es el apoyo manifestado por los usuarios de las redes sociales. La delegada en Miguel Hidalgo, Xóchitl Gálvez, dijo en una entrevista radiofónica que dicho programa era una respuesta creativa a una falta de presupuesto.
La iniciativa ha causado mucha empatía, porque todos en algún momento hemos vivido impunidad, abuso de autoridad y violencia. Al observar a través de esa transmisión en directo, vemos que al final los infractores son sometidos por las autoridades y se impone la ley. Eso es una bocanada de aire fresco en un país donde la impunidad se respira por todos lados.
Algo muy similar realizan Los Supercívicos, un grupo de personajes que salen a la calle para denunciar conductas ilegales de los ciudadanos o falta de mantenimiento a la infraestructura de la ciudad. Quizás uno de los primeros programas que utilizaban los medios de comunicación para hacer denuncias ciudadanas fue Ciudadano Infraganti, que inició transmisiones allá por 1984.
Todos estos esfuerzos son un excelente espectáculo mediático y cumplen con dos funciones básicas: dar la sensación de que se cumple la ley, y al mismo tiempo construir la imagen de los funcionarios.
Y es que si bien la denuncia de una conducta antisocial es importante para la sana convivencia social, no implica necesariamente un cambio estructural en el cumplimiento de las leyes. A su vez, los funcionarios son reconocidos y aplaudidos digitalmente. Dos pájaros de un tiro.
Ahora bien, aquí cabe hacernos la pregunta de si es legal exhibir a los ciudadanos. ¿Qué hay de los derechos humanos y civiles? ¿Se están violando garantías individuales?
Periscope es un arma poderosa: le da a las autoridades o a los ciudadanos, investidos como jueces, la oportunidad de exhibir a quienes incumplen la ley, pero también lanzan, a quienes son expuestos, a un juicio sumario donde su reputación y su vida privada pueden ser afectadas. Es casi ponerles un sambenito digital.
De hecho, la CDHDF abrió un expediente con tres quejas sobre la forma en que el city manager las exhibió a través de Periscope. En el documento, disponible en Internet, se dice que “si bien algunas de las conductas que se atribuyen a personas son socialmente reprochables y constituyen una infracción cuya sanción se encuentra debidamente establecida en la normatividad, también es importante asentar que con la utilización de la aplicación Periscope se expone a las personas, a quienes se exhibe, a una violencia innecesaria que se constituye en una sanción adicional no prevista en ninguna ley o normatividad, por lo que se vulneran derechos humanos”.
Es necesario revisar que las conductas de los funcionarios no violen derechos básicos de los ciudadanos y se protejan sus datos personales, tal y como reza el Artículo 16 constitucional. Por otra parte, los derechos Arco garantizan que debe haber una utilización correcta de los datos personales, y en este caso corresponde al INAI hacerlo efectivo.
Lo que es un hecho es que si bien las plataformas de comunicación digital son una excelente vía de comunicación y de colaboración social, no pueden utilizarse forzando la ley para hacer cumplir la ley.
Fuente Forbes