A pesar de que la menstruación es un proceso natural del cuerpo de la mujer, continúa siendo un tema tabú en muchas partes del mundo, esto tiene diversas repercusiones negativas.
Entre ellas, se encuentra crear una barrera de desinformación e incluso impedir lograr uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) enfocado en alcanzar la equidad de género. De acuerdo a un estudio reciente, la salud menstrual es un punto fundamental para lograrlo.
Cómo impulsar la equidad de género, mejorando la salud menstrual
La Consultoría Reimagining Social Change (RSC), señala que aproximadamente una cuarta parte de la población mundial son mujeres en edad reproductiva, la mayoría de las cuales menstrúan cada mes.
La menstruación es una función central del sistema reproductivo de una mujer. Sin embargo, puede, y a menudo lo hace, convertirse en un desafío cuando estas carecen de acceso a los recursos, la infraestructura y el apoyo social necesario para llevar un ciclo menstrual.
Este desafío se abordó dentro de un nuevo informe realizado por RSC que captura los cambios clave en el espacio de salud e higiene menstrual (MHH) y cómo al mejorar esta situación se puede impulsar la equidad de género. Veamos.
1. Mejorar la salud menstrual
Para mejorar la salud menstrual en todo el mundo se requiere abordar una serie de factores que incluyen el conocimiento sobre la menstruación, el acceso a una variedad de productos de higiene menstrual, instalaciones sanitarias apropiadas y normas sociales y de género que aseguran que la menstruación no sea un límite en la vida diaria y con ello ver por el bienestar general de las mujeres y las niñas.
El imperativo es claro:
Más de 500 millones de mujeres en todo el mundo no tienen lo que necesitan para controlar su menstruación, afirma en el estudio.
2. Romper con las barreras
Los estigmas y tabúes relacionados con la menstruación son generalizados e inhiben el progreso hacia la mejora de la salud menstrual.
Estas normas sociales dañinas siguen estando presentes en las comunidades y a nivel de sistemas. Ellas contribuyen a la vergüenza y la ignorancia relacionadas con la menstruación.
Una manera de romper con estos tabúes es involucrar a hombres y niños, esto es fundamental para abordar el estigma y mejorar la MHH para mujeres y niñas.
3. Accesibilidad
Las empresas pueden ayudar a darle accesibilidad a los productos menstruales y con ello mejorar la cadena de valor para eliminar la brecha que existe en las comunidades vulnerables, esto permitirá que todas las mujeres tengan las herramientas necesarias para su ciclo menstrual.
Del mismo modo, los gobiernos tienen la posibilidad de reducir el perfil de riesgo de estas empresas subsidiando productos para usuarios finales y aumentar la asequibilidad.
También se pueden desarrollar importantes alianzas que permitan crear iniciativas para llevar educación sobre la educación menstrual a las comunidades más vulnerables y así también romper los tabúes que giran entorno a esto.
4. Productos para higiene
No solo es necesario que toda mujer cuente con los productos para llevar una adecuada salud menstrual, también se requiere información acerca de lo qué realmente significa este período. Es fundamental que las niñas y mujeres cuenten con infraestructura segura e higiénica.
Las instalaciones de saneamiento a menudo no satisfacen las necesidades de mujeres y niñas de MHH. Esto requiere diseñar proyectos que cubran necesidades tan básicas como el acceso al agua y al jabón, incluso integrar alternativas de salud menstrual reutilizables como las toallas de telas y brindar las herramientas para llevar una adecuada higiene.
5. Empoderamiento
La respuesta de la sociedad afecta las formas en que las mujeres y las niñas viven su salud menstrual. Por ello es importante impulsar y desarrollar campañas que aborden el tema y ayude a normalizarlo.
Es vital darle mayor visibilidad a la menstruación y comenzar a contrarrestar las normas nocivas, sobre todo en aquellas comunidades donde este ciclo natural del cuerpo es sinónimo de impureza y las obligan a mantener confinamiento hasta que terminen estos días.
Más allá de la fisiología, la menstruación es un factor importante que influye en las experiencias diarias de las mujeres en diferentes etapas de la vida. Sin embargo, muchos de los vínculos entre la menstruación y otros aspectos de la vida de una mujer permanecen en gran parte inexplorados, menciona en el estudio.
La investigación se centró estrechamente en la cuestión específica de cómo el acceso al producto menstrual se relaciona con los resultados educativos como el absentismo escolar. Estos estudios muestran resultados mixtos que hasta que no se empiece abordar la salud menstrual como un derecho, lograr la equidad de género será muy complicado.
Mejorar la salud menstrual a nivel mundial es fundamental para avanzar en la equidad de género, y aprovechar lo que existe actualmente ayudará a los actores multisectoriales gestionar sus activos centrales para continuar impulsando el progreso.
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