Escándalo de sobornos derriba la acción de Avon

La investigación involucraría a América Latina

La acción de Avon Products Inc. cayó ayer 8% ante las preocupaciones de que sus operaciones en mercados clave, como América Latina, podrían verse envueltos en una investigación interna de acusaciones de soborno contra ejecutivos de la empresa estadounidense de productos de belleza.

The Wall Street Journal informó el lunes que Avon había suspendido a cuatro ejecutivos, incluyendo a tres que trabajaban en la filial de China, mientras finaliza una investigación de los acontecimientos. Una fuente cercana indicó que la pesquisa se había expandido desde China a una docena de países.

La junta directiva de Avon les habría dado a los investigadores internos de la empresa carta blanca para examinar las prácticas comerciales de la compañía incluyendo las de la cúpula ejecutiva. Aún no hay claridad sobre cuánto durará la investigación, señalaron fuentes cercanas.

Mientras tanto, se espera que Avon «refuerce» algunas áreas como capacitación y el otorgamiento de autorizaciones de gastos en un esfuerzo para prevenir que sus empleados realicen pagos al margen de la ley, agregó una de las fuentes.

«Seguimos fortaleciendo nuestro enfoque mundial en la capacitación en ética y cumplimiento de las reglas», dijo una portavoz de Avon, quien añadió que la actual investigación de la empresa es voluntaria.

La acción de Avon descendió ayer 8% en la Bolsa de Valores de Nueva York para quedar en US$31,97.

«El gran temor es que el problema no se limite sólo a China», indicó Bill Schmitz, analista de Deutsche Bank. «Si esto se extiende a otros países, podría ser catastrófico».

Antecedentes
Desde junio de 2008, Avon ha estado investigando si ciertos viáticos, gastos de entretenimiento y otros gastos en China pudieron haber sido incurridos de forma inapropiada.

Desde entonces, la investigación se ha expandido a más países, incluyendo algunos de América Latina, donde la empresa genera la mayor parte de sus ventas y ganancias, de acuerdo con la persona familiarizada con la situación. La magnitud del presunto soborno, que inicialmente incluía varios millones de dólares, también ha aumentado, añadió la misma fuente.

La investigación de Avon se concentra en la conformidad de los empleados a la ley estadounidense de prácticas corruptas en territorio extranjero, la cual considera ilegal el soborno de funcionarios foráneos.

La pesquisa, que la empresa comunicó a la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC, por sus siglas en inglés), comenzó después de que un empleado enviara una carta a la presidenta ejecutiva Andrea Jung.

La misiva denunciaba gastos inapropiados relacionados con viajes y funcionarios del gobierno chino, según una persona familiarizada con el asunto.

La noticia de la investigación es una distracción inoportuna para la empresa en momentos en que trata de recuperarse de los efectos de la recesión de la economía global.

Aunque el alto desempleo ayudó a reforzar al personal de representantes de ventas de Avon, las ventas se vieron perjudicadas por las fluctuaciones en el tipo de cambio y la reducción del gasto por parte de las mujeres que compraban los cosméticos de la firma.

Esto contribuyó a que las ventas de Avon cayeran 3% en 2009 a US$10.400 millones. Las ganancias declinaron 29% a US$625,8 millones, en comparación con el mismo período del año anterior.

El asunto también ensombrece la reputación de la industria de las ventas directas, la cual algunas veces es vista como un sector donde las prácticas empresariales son poco transparentes. Avon ha luchado vigorosamente por mantener una imagen impecable haciendo énfasis en sus esfuerzos filantrópicos y en sus rectas prácticas de negocios.

Hasta ahora, no hay indicios de que Jung haya estado involucrada en actividades inapropiadas, dijeron las fuentes.

«Siempre ha habido preocupación sobre la industria de venta directa», dice Ali Dibadj, analista de Sanford Bernstein, quien puso de relieve la dificultad de rastrear a los representantes de ventas directas que esencialmente trabajan como contratistas independientes. «Como inversionista, usted no tiene una visión clara de quién está vendiendo qué, desde dónde y cuándo».