De origen 100 por ciento mexicana, esta empresa dedicada a la escultura obtiene su materia prima de los trozos de ramas, que se desprenden de los árboles en las distintas selvas de nuestro país, mismos que son arrastrados por los ríos hasta llegar a los mares. FAYO los recolecta, limpia y trata para su comercialización, a través de habitantes locales en playas veracruzanas.
La exposición, en la que estuvo presente Jorge Arguelles, quien encabeza este proyecto, dio a conocer las esculturas creadas a partir de este proceso 100 por ciento natural.
FAYO aprovecha los desechos naturales, limpia las playas y además apoya el desarrollo económico regional a través de una cadena productiva. Sin duda, una empresa que desde su nacimiento surgió socialmente responsable.
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