De acuerdo con Sustainable Brands (SB) los temores de una recesión inminente han vuelto, resultado de un aumento de la demanda en el mundo posterior a la pandemia, ya que la actividad industrial global se recuperó rápidamente. Las limitaciones de la cadena de suministro de ciertos materiales y productos se ha visto rebasada y, por consiguiente, ha provocado la volatilidad de los costos. Todo lo anterior agravado por la invasión rusa a Ucrania.
A pesar de que varios factores, como la escasez de materiales y el aumento de costo de los fletes, han impulsado la inflación de costos, ESG debe seguir si hay recesión o no. Puesto que las empresas han experimentado tanto ingresos como rentabilidades crecientes, de acuerdo con un estudio de la consultora Mckinsey.
ESG debe seguir si hay recesión o no
Según refiere SB, es normal que cualquier agitación económica tienda a generar incertidumbre. En respuesta, las empresas suelen retraerse en mentalidades impulsadas por el miedo, centrándose en los fundamentos y ajustando el gasto.
En poco tiempo, algunas de las actividades consideradas menos «centradas en los negocios» comienzan a perder fondos. Pero ESG es diferente y los ejecutivos inteligentes no deberían ser tan rápidos para hacer el corte.
Green Business Bureau señala que, en esencia, ESG (siglas en inglés de environmental, social and governance) funciona como un marco de gobierno corporativo y como un marco de inversión. Las empresas que adopten los principios ESG definirán visión, misión, estrategia, tácticas y valores que consideren, midan e informen los aspectos en las tres áreas de su negocio.
Esto contradice una obsoleta imagen de que una estrategia de ESG es un complemento «agradable de tener» que está menos conectada directamente con otros esfuerzos para impulsar el crecimiento empresarial. Pero esta errónea percepción simplemente ya no es funcional. Varios estudios están demostrando que la mejora del rendimiento de ESG no solo genera ganancias, sino que evita un aumento en el riesgo operativo y financiero.
«ESG es una de las fuerzas crecientes que impulsan las ganancias a través de la innovación, una mejor gestión de riesgos y relaciones más sólidas con los clientes».
Brian Alster, Gerente General de Finanzas y Riesgos de Dun & Bradstreet, un proveedor de datos y análisis de negocios de América Latina y el Caribe.
Un entorno difícil para ESG
Aún existen grandes desafíos en ESG, sobre todo en cuanto a marcos de referencia, criterios y métricas para medir, reportar y evaluar el desempeño de una empresa. Sin embargo, los fondos de acciones de ESG lo han hecho mejor este año, en promedio, que sus contrapartes que no son de ESG.
Por ello, independientemente, ESG debe seguir si hay recesión o no, ya que el riesgo de no hacer nada es demasiado grande. Este impulso significa que la estrategia y el despliegue de ESG integrados de manera holística y efectiva dentro de las organizaciones pueden ser a prueba de recesión.
Ciertamente la estrategia ESG es una evolución bienvenida del pensamiento de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) que prevaleció en las décadas anteriores. Desarrollar una estrategia ESG clara y un plan holístico para ejecutar a lo largo del tiempo se ha convertido en una herramienta poderosa para la innovación y la transformación del negocio. Sin embargo, las organizaciones deben vincular los criterios ESG con todo el negocio, no solo con el departamento de marketing o comunicaciones.
Encontrar el equilibrio entre ESG y los objetivos empresariales
Toda organización exitosa conoce la importancia de equilibrar las necesidades a corto y largo plazo. Pero bajo la presión de una recesión, la combinación correcta podría no estar clara. La inversión y el enfoque de ESG a menudo se juzgan por su costo percibido a corto plazo, a pesar de que, a largo plazo, tiende a dar sus frutos.
Por ejemplo, cuando UPS, compañía de logística, hizo el cambio a flotillas eléctricas, fue porque finalmente tenían el mismo costo que sus modelos de gasolina. Sin embargo, con un pensamiento a largo plazo, UPS podría haber obtenido ahorros aún mayores y menores emisiones antes.
En este viaje de ESG es importante recordar que una estrategia sólida es una apuesta a largo plazo. ESG no es una solución rápida o estacional. Debe ser un plan estratégico, inclinarse siempre hacia la innovación empresarial y depender de una amplia aceptación de todas las partes interesadas a lo largo del camino. Es por eso que los mensajes de ESG deben ser constantes, auténticos y consistentes, así como únicos y accesibles, para superar el ruido y las posibles críticas.
Cosechar los beneficios de la estrategia ESG
Cuando una estrategia ESG es sólida como una roca se alinea con el negocio, surgen oportunidades de marca e innovación. Las cuales van desde colaboraciones con socios que conducen a nuevos productos y servicios, hasta expansiones de mercado.
En algunos casos, la incertidumbre económica hace que el enfoque en ESG sea aún más urgente. Por ejemplo, cuando se trata de una base de empleados, las organizaciones necesitan atraer y retener al mejor talento en contextos recesivos. La forma en que predican y cumplen su propósito se vuelve más importante. Las estrategias ESG que no ignoran lo social, porque pone a las personas en primer lugar en la cadena de suministro.
Nike, por ejemplo, pudo aportar una innovación real a la forma en que sus equipos de diseño construyen productos a través de la lente de la sostenibilidad con el lanzamiento de «Move to Zero«. El cual es su ambicioso esfuerzo para avanzar hacia cero carbono y cero desperdicio para ayudar a proteger el futuro del deporte. Hasta la fecha, ya ha dado como resultado líneas de productos fabricados con materiales reciclados. Así como enfoques más sostenibles, que han reducido tanto los costos de envío como las emisiones de la cadena de suministro.
En conclusión, el enfoque ESG puede ser un creador de valor a largo plazo. Esto siempre que una marca tenga una estrategia ESG que esté estrechamente alineada con sus objetivos comerciales tanto como con las partes interesadas a las que sirve. A medida que la recesión amenaza con suspender algunos planes ESG, el riesgo no es solo para el planeta, sino también para las empresas. Puesto que solo terminarán gastando más tiempo y dinero cuando, eventualmente, continúen donde lo dejaron.
La carrera hacia un futuro más sostenible no se detendrá ante los temores de una recesión. Por lo que el liderazgo de la empresa debe comprometerse con una mentalidad «siempre activa» en ESG o correr el riesgo de quedarse atrás.