Funcionarios del partido republicano, en Washington y más de una docena de estados en EE. UU., han enfocado su poder contra de la inversión que se centra en los criterios sociales, ambientales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés). Uno de los blancos más frecuentes en la batalla ESG ha sido el gigante gestor de activos BlackRock, así como su CEO Larry Fink, quien se ha pronunciado abiertamente a favor de la inversión ESG.
Sin embargo, Larry Fink se está tomando el asunto con seriedad, como declaró en una entrevista con Bloomberg, en la que hace énfasis sobre la polémica que está sucediendo con la inversión ESG. «Es difícil porque ya no se trata del negocio, sino que lo están tomando de forma personal. Y, por primera vez en mi carrera profesional, los ataques ahora son personales. Están tratando de demonizar los problemas».
¿Inversión ESG en injustificada?
Las inversiones ESG, también llamadas inversiones responsables, han sido el centro de un llamado desde diferentes organismos internacionales para dejar la dependencia a los combustibles fósiles, como petróleo y carbón, que contribuyen enormemente al calentamiento del planeta. Puesto que esta inversión sostenible podría acelerar la adaptación e innovación de tecnologías limpias, a menor costo, y con menor impacto para la humanidad y el planeta.
En esta línea, los criterios ESG ganaron visibilidad en los últimos años, especialmente después de que el CEO de BlackRock, escribiera una carta a los CEO en 2021 instando a considerar ESG como el nuevo estándar en las inversiones. En la cual menciona: «Ningún problema ocupa un lugar más alto que el cambio climático en las listas de prioridades de nuestros clientes. Nos preguntan al respecto casi todos los días».
No obstante, la reacción negativa ante lo ESG ha tomado mayor forma a partir del ascenso al poder del partido republicano en EE. UU. Los métodos para desbancar este nuevo modelo han ido desde emprender acciones de investigación antimonopolio a nivel estatal y federal contra los gigantes bancarios que consideran los criterios ESG en su cartera de inversión, hasta retirar fondos operativos estatales a BlackRock y la administración de otros bancos que consideren los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo en las inversiones.
Si bien no es clara la razón de por qué los republicanos atacan ESG, una teoría apunta al no reconocimiento de la ciencia del clima. El tesorero de West Virginia, Moore, es uno de ellos, quien asegura lo siguiente:
«Dígame, exactamente, para un beneficiario de pensión, que se jubilará en los próximos 10 años, cómo las emisiones de carbono afectarán los resultados financieros y la vitalidad de una determinada empresa que cotiza en bolsa».
Moore, tesorero de West Virginia.
Otra de las razones que han señalado especialistas para el ataque ESG es la preocupación de que estas medidas coaccionan el capital de las industrias del carbón, gas y petróleo, en estados que dependen financieramente de la economía de los combustibles fósiles.
Es personal el ataque a ESG: Larry Fink
La ofensiva liderada por los republicanos, que han acusado al administrador de activos de 8 billones de dólares, BlackRock, y otras compañías de inversión por su hostilidad hacia el sector del petróleo y el gas, ha despertado la preocupación de los inversionistas y de organismos internacionales que han pedido acelerar la transición hacia una economía más sostenible, y dejar atrás la dependencia a los combustibles fósiles.
No obstante, la firma se ha convertido en un saco de boxeo político de fuerzas en ambos extremos del espectro, con algunos de la derecha alegando que sus políticas dañan la industria de los combustibles fósiles y otros de la izquierda argumentando que no está haciendo lo suficiente para responder al cambio climático. Por lo que el CEO de BlackRock aclara:
«Si realmente lees la carta a los CEO que escribí , hablo de una transición [económica]».
Larry Fink, CEO de BlackRock.
Incluso, para manejar la creciente polarización y desinformación que ha surgido sobre ESG, el administrador de activos invirtió sumas récord en campañas políticas de EE. UU. el año pasado. Asimismo, montó una campaña publicitaria para explicar su negocio de administración de dinero para jubilados y atrajo cabildeos adicionales en Texas y Washington.
De esta manera, Larry Fink se ha convertido en una voz cada vez más prominente en los negocios durante la última década, instando a las empresas a pensar en algo más que en las ganancias. Además, sus cartas anuales sobre el «capitalismo de las partes interesadas» han recibido críticas de los conservadores que señalan despectivamente a ESG como «Woke«.
¿Reacción violenta contra ESG afectará BlackRock?
La campaña mediática que han emprendido los republicanos es personal, asegura Larry Fink. Y es que la reconocida firma se ha enfrentado a la reacción violenta del partido, por su postura sobre la inversión ambiental, social y de gobernanza y su enorme influencia en los negocios.
No obstante, Larry ha señalado que BlackRock está haciendo todo lo posible para cambiar la narrativa que polariza lo relacionado con ESG, y agregó que planea escribir una carta a los líderes empresariales este trimestre que se centrará en el «concepto de esperanza».
Los activos bajo gestión de BlackRock, que habían superado el umbral de los 10 billones de dólares a finales de 2021, se situaron en 8.59 billones de dólares a finales de diciembre de 2022 a pesar de las entradas en sus fondos durante el cuarto trimestre. Por lo que será necesario un cambio en el panorama económico para que la firma siga su crecimiento y las inversiones ESG se conviertan en el estándar.
