Por: Emilio Guerra Díaz
Del 13 al 15 de octubre se llevó a cabo el XII Encuentro Iberoamericano del Tercer Sector en Puebla. Es el tercero que se realiza el Centro Mexicano para la Filantropía en nuestro país y en esta ocasión de juntó con su Reunión Anual. Las otras sedes habían sido Guadalajara en 1994 y la ciudad de México en 2006. El tema central fue “Nuevos roles y expresiones de la sociedad Civil”.
Entre las tendencias se analizaron las nuevas formas de voluntariado y sus implicaciones en una mesa a la cual fueron convocados distintos especialistas de organizaciones, ya fueran promotoras de voluntariado o que están apoyando su trabajo en novedosas formas de expresión de este servicio.
La mesa Voluntariado y Voluntariado Corporativo tuvo como moderador a Miguel Díaz Reynoso, Director General de Vinculación con las Organizaciones de la Sociedad Civil, de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México. Los ponentes fueron: Elena Martín, Coordinadora de Programas en Español de Idealistas.org, EEUU/España; Iraida Manzanilla Guerra, Directora de International Association for Volunteer Effort (IAVE) como Representante de América Latina, Venezuela; Nidia María Chávez Montiel, Gerente Operativa de Fundación Telefónica, México; Jesús Esparza, Presidente de ENACTUS México, México; y Emilio Guerra Díaz, Director de la Alianza Mexicana de Voluntariado, México.
Antes de iniciar los trabajos de la mesa los participantes tuvieron la oportunidad de conocer el testimonio de Hugo Torres, joven voluntario. Hugo señaló que a raíz de que Cancún fue afectado por un huracán, lugar donde junto con su familia vacaciona con frecuencia, vio a unos niños caminando solos, iban desnudos, habían perdido sus pertenencias. Reflexionó: “estoy mal. Quiero cosas materiales; un coche, una gadget… pero viendo a estos niños… tengo toda mi vida para generar oportunidades para ayudar a otros”. Descubrió que desde entonces ese sería su sueño. Hugo se decía “tengo que provocar que más personas, quienes sueñan con un mundo mejor, también ayuden. Tengo que conectarlos para que todos conviertan su sueño en realidad”. Hugo hoy desarrolla una plataforma electrónica para vincular personas con acciones voluntarias.
Miguel Díaz Reynoso dio la bienvenida y dio el marco teórico y propósito de la mesa. Expuso que desde el gobierno se tienen que realizar distintas acciones para promover el voluntariado. Por ejemplo, asumir un papel de facilitador, motivador y estimular la participación voluntaria. Es imperativo retomar desde la enseñanza de la educación primaria y secundaria los valores del voluntariado. También definir como colaborar con OSC que diseñan programas de Voluntariado.
Elena Martín, de Idealistas.org (plataforma en inglés, español y francés para conectar voluntarios con organizaciones y facilitar el encuentro) utilizó una metáfora para plantear su punto de vista con respecto a lo que está ocurriendo en la participación voluntaria. Señaló que éste se asemeja a una o varias carreteras: unas son de tránsito rápido, otras lentas y de un solo carril; otras tantas tienen mal pavimento e incluso son de terracería. Con ello enfatizó que hay distintas posibilidades de desarrollo del servicio voluntario. Expresiones individuales y de organizaciones, pero hoy aún continúa la estigmatización del voluntariado por parte de la comunidad en general por lo menos en América Latina.
Elena con gran tino señaló que la forma tradicional de convocar voluntarios por parte de organizaciones hoy tiene otro rasgo: las OSC ahora comparten otros espacios para que se manifieste o exprese el voluntariado. Distinguió algunas posibilidades: a) Voluntariado pro bono o profesionalizado talento al servicio de otra causa que dan despachos jurídicos y de consultoría empresarial, b) Voluntariado virtual donde se desarrollan plataformas para alentar el voluntariado. Son muy creativas como Thurderclap (España) y Spread & Shout (Argentina) pues además de sus iniciativas invitana a que los internautas donen sus redes sociales para que una organización pueda penetrar aún más personas en su llamado a la acción; y c) el voluntario facilitador, quien facilita que otros hagan servicio voluntario.
Iraida Manzanilla Guerra compartió que desde pequeña tuvo el impulso familiar para hacer voluntariado en una sociedad donde existía la percepción de que “uno no se mete en la vida del otro, sino que la familia es quien debe apoyar a otros individuos”. Desde la bíblica Parábola de los Talentos, comprendió que uno tiene que dar sus talentos para ayudar a otros. En una expresión muy venezolana dijo “tengo el sí muy fácil para estas cosas”. En su trayectoria como voluntaria y promotora de él se cuestionó cómo podría ser posible llevar a los voluntariados los conceptos modernos de la administración y que las organizaciones hagan el bien, bien. Al crecer su interés por el voluntariado corporativo hoy representa a Venezuela ante International Association for Volunteer Effort (IAVE).
Como precursora de incluir dentro de IAVE-Venezuela una línea de investigación sobre el voluntariado corporativo, compartió que en su país la tendencia de voluntariado corporativo parte de las fundaciones empresariales y se identifica con el acercamiento filantrópico de ayuda, como caridad mal entendida. Comentó que el voluntario corporativo “chapea”, es decir saca la chapa” (credencial) y su actitud es de “yo sé”, vengo de tal empresa y te vengo a ayudar. Si se sólo se realiza servicio voluntario desde el interés de la empresa mirando a sus intereses para promoverse socialmente responsable se da el “Efecto Circo”, es decir éste pasa por la escuela o la comunidad, se realiza la actividad y ya, pero ¿Qué pasó? Iraida comentó que afortunadamente el modelo de Voluntariado Corporativo ha evolucionado. Hoy se trata de reconstruir, reparar una escuela, según sus necesidades y no de la empresa. También hay modelos que están orientados a la satisfacción del voluntario y su relación con algunas organizaciones.
El voluntariado corporativo es un buen “negocio”. Hay que aceptar la concepción de negocio porque las empresas están invirtiendo recursos para generar valor y ocasionar un impacto. El voluntariado que impulsa la empresa es “nice thing to do”, y ahora se concibe que esas actividades de beneficio social se tienen que hacer de manera igual a la que se hace el negocio: un propósito, objetivos claros, calidad. La empresa debe invertir en un buen coordinador(a) y que no se vea como “la primera dama de la empresa” que no tienen el expertis necesario. Ahora están preparando a sus coordinadores con la misma rigurosidad con la que se lleva el negocio.
Un reto hoy es el acercamiento del voluntariado corporativo con el gobierno, pues desde varios sectores podemos tener mucho más impacto. Otro desafío es cómo hacer más inclusivo el programa de voluntariado y más atractivo, qué se más trascendente. Se tienen que conocer los intereses de los empleados y resolver cómo ligamos esas inquietudes con las competencias de los empleados.
Finalmente Iraida expresó que mirando al futuro necesitamos incluir en los propósitos de desarrollo sostenible, en la agenda post 20015 de los Objetivos del Milenio, que el voluntariado esté en la mente de todos los gobiernos.
Nidia Chávez, comento que para Telefónica el Voluntariado es un proyecto formal que hace la empresa en 20 países donde tiene presencia y moviliza a más de 14 mil voluntarios con iniciativas que les interesan a los voluntarios. Lo gestiona la Fundación Telefónica. A partir de 2015 el voluntariado consolidará su vínculo con la formación en competencias en tecnología del siglo XXI y acceso a la cultura digital. Con ello “nos alejamos de prácticas asistencialistas, en cambio solidarias de nuestros colaboradores, mejora el clima y hace más productivo al colaborador”.
En las reflexiones que han hecho los gerentes de voluntariado dieron cuenta de un problema: ¿Cómo formar al personal de la empresa como voluntario? La necesidad se resolvió creando una plataforma que es compatible con el tiempo que cada colaborador tenga y quiera acceder a la “Escuela de Voluntarios”. El programa de voluntariado Telefónica busca formar a los voluntarios en nuevas competencias, proponerles proyectos y recibir su punto de vista, con ello se rompe la línea tradicional de voluntariado. Nidia señaló que Telefónica ha dado un viraje para potenciar tanto su inversión social como voluntariado. Hoy se tiene que incluir al negocio en problemáticas específicas del proyecto que busque financiamiento. Como Telefónica hoy apuesta a cómo utilizar las tecnologías en favor del bienestar, han invertido recursos por ejemplo en un programa de ayuda a personas con discapacidad visual.
Telefónica está aprovechando todo el potencial del “smarthphone”. El programa de voluntariado permitió desarrollar una aplicación para apoyar al discapacitado visual de tal manera que él puede recibir un anuncio sobre el vencimiento de una medicina que deber tomar, o cómo cruzar una calle con seguridad. Todos los proyectos tienen indicadores, y debe contener aprendizaje para Telefónica también.
Jesús Esparza compartió la experiencia de Enactus en materia de voluntariado universitario. Señaló que su organización nació en Estados Unidos en 1975 con la idea de provocar que en las universidades sus alumnos desarrollasen proyectos productivos. Hoy constituyen una red de 36 países con 700 universidades y 100 mil jóvenes universitarios. En México tienen presencia en 22 estados con 88 instituciones de educación superior.
Jesús señala que Enactus “saca de la zona de confort a los jóvenes universitarios” pues la manera tradicional de hacer voluntariado por parte de ellos se basaba en “yo lo hago a mi manera y a mi ritmo”. Enactus aprovecha el potencial del universitario para vincularlo con empresas. Se impulsa una red de conocimientos.
Sí los estudiantes son un grupo privilegiado del universitario entonces que salgan del aula y pongan sus conocimientos en práctica para generar un impacto social con clara visión de empoderamiento, dijo Jesús. El programa de Enacuts cuestiona al alumno, “Sí tu emprendes un proyecto social y crees que ya conseguiste los objetivos, ¿Qué pasa si te retiras?. Sí tu respuesta es “no pasó nada”, no te puedes ir. Enactus impulsa la apropiación del conocimiento por los beneficiarios. Jesús comento que “construimos eventos competencias nacionales. Asisten universitarios resultados de sus proyectos. Cómo te fue cuando los pusiste en marcha. Un jurado empresarial evalúa y van a una final”. Este año la final de proyectos Enactus será en China. México participa con dos proyectos de la Universidad Tecnológica de la Mixteca. Uno de dotación de agua potable que benefició a 70 mil personas con una recicladora. El otro proyecto es una incubadora de empresas con sus profesores y gente de algunas corporaciones.
Emilio Guerra Díaz señaló que independientemente cual sea la actividad voluntaria, todas tienen una importancia porque alientan la participación y que hoy el reto de las OSC es llevar a cabo una gerencia eficaz. Cualquier organización tiene que apostar a seleccionar y desarrollar a una persona Coordinadora del programa y que ésta se apoye en herramientas como: conocimiento sobre la integración de grupos.
Advertir tipos de personalidades y motivaciones por las que las personas pueden hacerse voluntarias, administrar el circulo de voluntariado, apoyarse en un Sistema de Reforzamiento del Grupo, establecer indicadores para medir el aporte voluntario y contabilizar las Horas/Hombre y sobre todo saber comunicar qué pasó en la relación comunidad-organización-voluntariado. Recordó que siempre la finalidad del voluntariado es la comunidad y no se puede perder este foco.
Miguel Díaz Reynoso abrió un espacio para interactuar con los participantes que fue estimulante por la variedad de enfoques compartidos y preguntas que hicieron a los panelistas.
Michelle Sánchez de Colima del Colectivo Temiqui (sueño) contagió a la audiencia por su testimonio de cómo ve la necesidad de que todos seamos voluntarios. Señaló que ella encontró su vocación de vida en el servicio voluntario. Comentó la idea de que “Lo único que se necesita es voluntad”. Por su parte, Miguel Barberena del Centro Ecológico los Cuartos de Aguascalientes solicitó a Miguel Díaz Reynoso considerar que la SER puede mejorar la calidad migratoria de personas que de otros países vienen al nuestro a realizar servicio voluntario y que si desean ampliar su estancia se ven en problemas al señalar que están haciendo “trabajo voluntario” y se genera una errónea interpretación para extenderles su visa.
Finalmente Miguel Díaz Reynoso leyó la síntesis de su papel como moderador, misma que entregará al Centro Mexicano para la Filantropía para su inclusión en la Memoria del encuentro.
Emilio Guerra Díaz
Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.