La especulación y los factores climatológicos presionan al alza los precios futuros de los alimentos, situación que podría limitar la oferta y extender la tendencia ascendente hasta la primera mitad del año.
A la primera quincena de enero, los futuros de maíz, soya y trigo para entrega en marzo crecieron 12.65, 8.64 y 6.18 por ciento, respectivamente, mientras que en el mismo periodo los futuros de arroz cayeron 4.46 por ciento.
Ese comportamiento influyó en el ámbito nacional, ya que no sólo el aumento en los precios internacionales de granos y las medidas especulativas ocasionaron el alza de los precios internos, sino también aspectos climatológicos como las lluvias ocurridas entre agosto y octubre de 2010.
Los estados de Veracruz, Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Puebla, principalmente, fueron afectados por los cambios climatológicos, situación que elevó, por un lado, el número de hectáreas siniestradas por inundaciones y las expectativas de malas cosechas para el ciclo otoño-invierno, además del incremento en las importaciones de los principales granos.
Informes de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) determinan que México no está considerado internacionalmente en situación grave de dependencia alimentaria; sin embargo, se importan algunos de los principales cultivos básicos de manera importante, como soya y arroz, cuyas compras representan los porcentajes más altos respecto al consumo nacional aparente.
Compras
Estimaciones de analistas indican que los porcentajes podrían alcanzar 94.5 y 74.1 por ciento en 2010, con una tendencia creciente al menos en la primera mitad de 2011.
Por su parte, el porcentaje de importaciones de trigo respecto al consumo aparente se prevé que pase de 40.1 por ciento en 2009 a 42.0 en 2010, y con una expectativa cercana a 45 por ciento en 2011.
No obstante, un análisis del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) refiere que el coeficiente de dependencia, definido por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en ingles) como el gasto en importaciones alimentarias respecto a los ingresos totales por exportaciones, pasó de 11.5 por ciento en 1994 a 8.0 en 2009.
Y entre enero y noviembre de 2010 se estima en 7 por ciento, lo que representa una reducción en el nivel de dependencia alimentaria con el exterior.
Fuente: El Financiero, economía, p. 8.
Reportero: Arturo Robles.
Publicada: 2 de febrero de 2011.