En México, 80 por ciento de los casos de espionaje industrial es realizado por empleados de la misma corporación, y son cometidos principalmente por directivos y gerentes, según cifras del informe de delitos informáticos 2010 de Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial.
El mismo informe señala que 60 por ciento del personal se apropia de la información de la compañía al momento de ser despedido o simplemente al cambiar de trabajo.
Aun cuando la Ley de la Propiedad Industrial considera como un delito la violación de secretos industriales y el robo de información, e incluso prevé sanciones, en México esta práctica abunda.
«Es muy común ver que los empleados de una empresa sacan del inmueble información en memorias tipo USB, y esta información puede contener datos que representan ventajas competitivas sobre empresas del mismo sector.
«Esa información puede ser carteras de clientes, estudios de mercado, procedimientos, formatos, entre otros», señaló Andrés Velázquez, presidente de MaTTica, empresa especialista en cómputo forense y seguridad informática.
Otras maneras de sacar información de las empresa es mediante la toma de fotografías de pizarrones donde pueden estar anotados datos importantes, comentó, y que pueden ser usados de forma dolosa por el empleado o ex empleado.
«Cualquier medio de almacenamiento, desde correos electrónicos y memorias USB, hasta discos duros e incluso smartphones, puede ser la herramienta para extraer información confidencial y de gran relevancia para la empresa».
Asimismo, dijo que es importante también tener una buena estrategia de Recursos Humanos, ya que de acuerdo con este estudio, 90 por ciento de los casos de espionaje industrial lo hicieron por descontento con su trabajo, siendo los bajos sueldos su motivación principal.
Explicó que es necesario hacer un esfuerzo extraordinario para impulsar la cultura de la protección del conocimiento que se genera en el País.
El artículo 82 de la Ley de la Propiedad Industrial señala que se considera secreto industrial a toda información de aplicación industrial o comercial que guarde una persona física o moral con carácter confidencial.
Fuente: Reforma.com
Por: Dayna Meré.
Publicada: 23 de mayo de 2011.