Si bien a lo largo de su vida Barbie ha pasado de ser estudiante a convertirse en dentista, modelo, doctora, bailarina y hasta presidenta, consiguiendo un currículo con más de 150 profesiones distintas, lo que comenzó como un ícono del empoderamiento se transformó con los años en el blanco principal de las críticas por la falta de diversidad y la promoción de estándares de belleza inalcanzables.
Tras casi seis décadas de regalar múltiples sonrisas a niñas de varias generaciones, convirtiéndose en la muñeca más exitosa del mundo, y luego de años de numerosas críticas por parte de activistas y padres de familia que la señalaron como promotora de estereotipos dañinos sobre la belleza femenina y roles de género sexistas, el momento finalmente ha llegado y Barbie avanza con paso firme por un sendero mucho más responsable.
La marca de juguetes Mattel sumó tres nuevos tipos de cuerpo al icónico diseño original, para crear la diversidad de formas tan demandadas por la industria, por lo que a partir de ahora será posible encontrar en las manos de miles de niñas, una Barbie más alta, una pequeña e incluso una con curvas.
Este lanzamiento llega tras una importante caída del 20% en las ventas del juguete entre 2012 y 2014, cuando la llegada de la muñeca Elsa, producida también por Mattel, destronó a la hasta entonces estrella de la marca. ¿Se habrá debido este fenómeno la importante tendencia por promover el empoderamiento de la mujer?
Las nuevas muñecas forman parte de la colección Barbie Fashionistas 2016, y además de incluir un total de 4 tipos de cuerpo, también muestra diversidad en el origen étnico de la muñeca, incluyendo 7 tonos de piel, 18 colores de ojos y 18 cortes distintos de cabello.
El jefe de operaciones de Mattel, Richard Dickson, aseguró a la revista Time que con esto no pretenden silenciar la voz de los detractores de la muñeca, sino hacer que quienes ya aman a Barbie se enamoren aún más de ella y tal vez cambiar algunas opiniones negativas a neutrales.
Los esfuerzos de Barbie por destacar como una muñeca a favor del empoderamiento de la mujer se fortalecieron en 2015 gracias a la campaña You can be anything, en la que muestra a una serie de pequeñas haciendo realidad sus sueños profesionales por un día.
Pero el problema jamás fue simplemente sobre el impulso a nivel profesional; las mujeres de todas las edades necesitaban mayor diversidad y ahora, finalmente la marca ha escuchado su voz y ha respondido a sus necesidades. ¿Será que ahora, como cita la portada de la revista Time, podremos dejar de hablar sobre su cuerpo?