El uso de plástico —sobre todo si es virgen—, dejó de ser atractivo cuando empezamos a ver el daño que causa al planeta y a nuestra salud. Este efecto negativo fomentó que las empresas emprendieran una búsqueda por encontrar mejores métodos de empaquetar y proteger sus productos con el menor impacto posible.
Una de estas compañías es Nestlé, una empresa que ha centrado gran parte de sus esfuerzos e inversión en desarrollar empaques sostenibles y en educar a sus grupos de interés sobre el valor y beneficio de este tipo de envases.
Nestlé y su ambición por el plástico reciclado
Como parte de este compromiso, la marca adoptó una serie de objetivos que incluyen una inversión de USD 30 millones para aumentar los plásticos reciclados de grado alimenticio en los EE.UU., un sistema recargable de alimentos para mascotas en Chile y el primer empaque de papel reciclable para cubos de caldo Maggi en Francia.
Y no solo esto… con el fin de lograr que el 100% de sus envases sean reciclables o reutilizables para 2025 así como para reducir su uso de plásticos vírgenes en un tercio en el mismo período, centró sus objetivos en tres pilares:
Pilar 1: Desarrollo de nuevos envases
- Transición al embalaje de papel en varios formatos. Por ejemplo, Smarties sharing block , un popular producto de confitería de chocolate recubierto de color, está disponible en una envoltura de papel reciclable en el Reino Unido.
- Los alimentos para bebés de Gerber y Piltti utilizan una bolsa de un solo material, la primera en su tipo, diseñada para aumentar el valor del reciclaje.
- Nespresso presentó nuevas cápsulas fabricadas con un 80% de aluminio reciclado, un paso importante hacia la circularidad.
- El negocio de agua de Nestlé ha duplicado la cantidad de rPET utilizada desde 2019 en su cartera de agua sin gas en los EE.UU. Al 16,5%.
Pilar 2: Dar forma a un futuro sin residuos
- En agosto de 2020, Nestlé Filipinas alcanzó la neutralidad plástica. Esto quiere decir que Nestlé recolectó y coprocesó la cantidad equivalente de plástico contenida en los productos vendidos y evitó el flujo adicional de plástico a los vertederos y océanos.
- Junto con Project STOP, Nestlé desarrolló un sistema de gestión de residuos sostenible y ayuda a disminuir la contaminación plástica del océano en Indonesia.
- Nestlé se embarcó en una prueba para recolectar, clasificar y procesar plásticos blandos en Australia.
- La marca amplió las opciones reutilizables y recargables para sus productos Petcare y de café soluble, por ejemplo, a través de la colaboración con la empresa emergente MIWA en Suiza.
- Nestlé aboga por el diseño e implementación de esquemas obligatorios de Responsabilidad Extendida del Productor, asequibles y efectivos. Incluso identificó 20 países, que representan el 50% del uso de plástico de la empresa, donde la empresa apoyará las tasas de reciclaje y la infraestructura de gestión de residuos.
Pilar 3: Impulsar nuevos comportamientos
- Está implementando un programa de educación y capacitación sobre empaques sostenibles para más de 290.000 empleados, para acelerar el cambio de comportamiento y ayudar a la empresa a cumplir sus objetivos de empaque.
- Nestlé introdujo una plataforma digital para ayudar a los consumidores a deshacerse de sus residuos de envases de forma adecuada en Italia.
- Nescafé Dolce Gusto lanzó una campaña de educación del consumidor para promover el reciclaje en Alemania y México.
- Como parte de este pilar, Nestlé impulsó un cambio positivo a través de programas escolares, como el proyecto Tunuyan Verde en Argentina.
- Los pilotos de Algramo (Chile), MIWA (Suiza) y Loop (Francia) de soluciones de embalaje recargables y reutilizables ofrecen una nueva experiencia de compra.
De acuerdo con Véronique Cremades-Mathis, directora global de envases sostenibles de Nestlé, la empresa avanzó mucho hacia un futuro sin residuos, logrando que el 87% del total de envases de Nestlé por peso y el 66% de su total de envases de plástico ya sea reciclable o reutilizable.
Como la empresa de alimentos y bebidas más grande del mundo, estamos comprometidos a poner nuestro tamaño y escala a trabajar para abordar el problema de los residuos de envases en todos los lugares donde operamos.
Véronique Cremades-Mathis, directora global de envases sostenibles de Nestlé.
Por otra parte, la empresa ha reconocido que si bien la pandemia ha sido todo un desafío, la compañía no ha bajado la guardia en ninguno de sus compromisos y desempeñando un papel de liderazgo para ayudar a resolver el problema de la contaminación plástica.
Una ambicion que va más allá
La compañía anunció que busca identificar y apoyar soluciones innovadoras a través del Premio Nestlé Creando Valor Compartido (CSV) que se lanzará el 30 de septiembre. En colaboración con la organización sin fines de lucro Ashoka.
El premio Nestlé CSV otorgará 250 000 francos suizos en subvenciones para innovaciones en el cambio de sistemas en áreas como sistemas de suministro alternativos y soluciones de base para abordar los desechos plásticos.
De hecho, el desarrollo y las pruebas de materiales de embalaje nuevos y más respetuosos con el medio ambiente son impulsados por el Instituto Nestlé de Ciencias del Embalaje, la primera empresa de este tipo en la industria alimentaria.
Este instituto cuenta con 50 científicos que realizan investigaciones de empaque de vanguardia para garantizar la seguridad y aplicabilidad de nuevos materiales. Los resultados obtenidos de las diversas investigaciones han permitido:
- El desarrollo de nuevos sistemas recargables o reutilizables.
- Materiales simplificados.
- Papeles de barrera de alto rendimiento.
- La introducción de más contenido reciclado en los envases de Nestlé.
Además, el instituto colabora estrechamente con más de 180 expertos en envases integrados en la I + D global de Nestlé, así como con instituciones de investigación, empresas emergentes y proveedores.
La empresa señaló que continuará impulsado el diseño y producción de materiales de empaque sustentables y nuevos sistemas de entrega. También invertirá en infraestructura y trabajará con los consumidores para ayudar a resolver el desafío que el plástico ha puesto en la mesa.