Desde marcas, empresas, organismos nacionales e internacionales, CEO´s Cada vez son más las entidades y personalidades que alzan la voz ante este ataque injustificado y muestran su solidaridad con el país ucraniano. Así podemos ver, desde el bloqueo económico por parte de bancos, la propuesta de suspender la compra de petróleo a Rusia; la reciente renuncia de los CEO´s de la industria de tecnológica Huwei solo por citar algunas. La industria de la moda frente a la guerra también busca sumarse, pero ¿cuál ha sido su respuesta?
La industria mundial de la moda genera 3.000 billones de dólares, 2% por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. Tan solo el conglomerado francés LVMH, Louis Vuitton Moët Hennessy, actualmente la compañía de moda más grande del mundo, registró ingresos anuales por 42.600 millones de euros en 2017 y la empresa está valorada en unos 122.000 millones de euros.
Además de Stella McCartney, Balenciaga, Kenzo, Issey Miyake, Miu Miu, Givenchy, Balmain, Isabel Marant, Emanuel Ungaro, y Valentino algunos de los diseñadores más legendarios que muestran en París sus colecciones.
Aunque también ha sido un sector golpeado económicamente por la pandemia, cuando parecía que volvía a encontrar su lugar tras dos años de encierros; días previos al evento de la Semana de Moda en París -uno de los eventos más importantes en la industria de la moda-, el mundo recibió la noticia. El presidente ruso, Vladimir Putin, lanzaba su brutal ataque contra Ucrania. En Kiev, a tres horas de vuelo desde París, las imágenes de familias acampadas en las estaciones de metro eran similares a las imágenes históricas de personas en Londres que buscaban refugio bajo tierra durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
Ralph Toledano, presidente del organismo organizador de la Semana de la Moda de París, emitió un comunicado el 1 de marzo donde manifestaba la postura de la industria de la moda frente a la guerra: «vivir los desfiles de los próximos días con solemnidad y en reflejo de estas horas oscuras».
¿Sí, o no a la Semana de la Moda?
Toledano le dijo a CNN que el domingo por la noche antes del primer día de desfiles, tenía dos imágenes contradictorias en su mente. Por un lado, la emoción del regreso de la semana de la moda con pasarelas en vivo sin los obstáculos de la pandemia. Por el otro, imágenes de guerra: «un país siendo atacado de una manera muy cruel y salvaje… y gente muriendo, y gente sufriendo».
En reconocimiento a la tensión que vivía el comité organizador, el director creativo de la casa de lujo Balenciaga, Demna, emitió un comunicado antes de la revelación de su colección, que tuvo lugar durante la segunda mitad de la semana. Y donde señalaba que la moda se sentía como una especie de absurdo frente a la situación crítica que vivía el mundo; incluso consideraban cancelar el evento por completo como protesta de la moda frente a la guerra.
La guerra en Ucrania ha desencadenado el dolor de un trauma pasado que llevo dentro desde 1993, cuando le pasó lo mismo a mi país de origen y me convertí en un refugiado para siempre.
Finalmente , el espectáculo siguió adelante el domingo, pero no sin un par de gestos simbólicos, algunos de los más pronunciados que se vieron durante la programación de eventos de una semana. La bandera de Ucrania se colocó en los asientos de los invitados y el diseñador recitó un poema en ucraniano de uno de los poetas más preciados del país, Oleksandr Oles.
Me di cuenta de que cancelar el programa significaría ceder, rendirme al mal que ya me ha lastimado tanto durante casi 30 años. Decidí que ya no podía sacrificar partes de mí en esa guerra sin sentido y sin corazón de ego.
Moda frente a la guerra
Si bien la colección se diseñó antes de que estallara la guerra, era difícil no establecer paralelismos. Cuando Demna habló con la prensa sobre el decorado y la puesta en escena, señaló que reflejara deliberadamente su propia experiencia de conflicto y desplazamiento de hace años.
Durante la pasarela, las modelos caminaron con las miradas caminaron penosamente a través de un set diseñado para imitar una tormenta de nieve muy fría con bolsas de basura de gran tamaño hechas de cuero durante. Un espectáculo que también fue un comentario sobre la crisis climática.
Los dueños de la marca Kering (la empresa matriz de Saint Laurent, Gucci y Alexander McQueen, entre otros) habían anunciado dos días antes que suspendía todas sus operaciones en Rusia. Por su parte, el propietario de Hermes y Cartier, Richemont, fue el primero en comprometerse a cerrar temporalmente las tiendas y cesar las operaciones en Rusia. LVMH y Chanel también siguieron su ejemplo. Muchas marcas anunciaron donaciones; LVMH, por ejemplo, entregó 5 millones de euros (5,5 millones de dólares) al Comité Internacional de la Cruz Roja para ayudar a las víctimas directas e indirectas del conflicto. Mientras que la pasarela muda de Armani, fue dedicada a quienes sufren por la guerra en Ucrania.
Vena Brykalin, directora de moda de Vogue Ucrania, estuvo en el desfile de Balenciaga y en varios otros a lo largo de la semana en París. Había volado de Kiev a Milán para la semana de la moda el día antes de la invasión rusa de su país.
La moda es una industria de billones de dólares y sabemos que las semanas de la moda son un gran vehículo para eso, así que no esperaría que cerraran todo.
Para Brykalin, las marcas necesitaban pronunciarse y el silencio no era una opción. Fue por ello, que haciendo uso del espéctaculo Coperni, que se llevó a cabo en un almacén en las afueras de la ciudad, como un ejemplo inmediato. La marca lanzó un comunicado dedicando su desfile al taller de Cap Est Sarl en la ciudad de Kiev, cuyos sastres producen algunas de las prendas de la marca.
Las empresas de hoy no pueden operar en el vacío.
No, no lo es. La moda es real.
Y cuando eliges no reflejar eso, no creo que sea algo muy moderno.
Además señalo, que si bien, estas acciones no cambiarían al mundo, las empresas no se pueden permitir no fijar una postura sobre el tema. No pueden operar sin un sentido de responsabilidad para con sus partes interesadas.
Las marcas que evitan la conversación porque consideran que es un riesgo económico para su operación. Se equivocan, es al contrario.
Finalmente, de los desfiles, las presentaciones de colección se mostraron tranquilas y reflexivas; mejor alineadas con el estado de ánimo general. De esta forma, las marcas de moda frente a la guerra adoptaron un enfoque respetuoso. No era el ambiente «festivo» que le había preocupado a Toledano en la víspera de la semana de la moda.