Desde hace tiempo se nos está advirtiendo sobre el daño que le estamos haciendo al mundo, sin embargo, son pocas las acciones que se han tomado a favor de él. La preocupación por el medioambiente es cada vez mayor, por ello son cada vez que más empresas, organizaciones y escuelas que se están uniendo a la lucha por la salud del planeta.
Un ejemplo claro de esto es la escuela de educación primaria Zuvarabuda, en Nyanga, Zimbabue, un sitio que se ha beneficiado por un programa financiado por la Unión europea para la mejora de las instalaciones de agua y saneamiento, así como la promoción de buenas prácticas de higiene y limpieza del entorno.
Esta escuela de educación primaria es un ejemplo de buenas prácticas en África.
El proyecto llamado «Saneamiento para el éxito» de la UE, cuenta con más de dos millones de presupuesto y se desarrolló entre 2015 y 2017.
De acuerdo con El País, fueron casi 20 mil vecinos de zonas urbanas empobrecidas de los distritos de Nyanga y Murewa. Por ello, los alumnos de la escuela Zuvarabuda, aprendieron la importancia de lavarse las manos, usar el retrete y mantener limpio su alrededor.
Asimismo lograron que el centro escolar sea un ejemplo de la economía circular, puesto que los materiales que los alumnos recogen para mantener limpio, son aprovechados. Por ejemplo, los jardines están delimitados por botellas de plástico llenas de tierra.
En este lugar, todos los materiales sólidos han podido ser recogidos por los alumnos. Con ellos se han creado hasta ventanas puesto que su imaginación del colegio Zuvarabuda les ha hecho ganar varios premios. Por ejemplo, en 2016 fueron vencedores del concurso nacional de innovación en la gestión de recursos que convoca la Agencia de Gestión Ambiental de Zimbabue. Ganaron 300 dólares.
Dentro de la escuela, se cuenta con un laboratorio de la higiene, uno de los siete que han establecido en diferentes escuelas en el marco de este programa implementado por la Agencia Católica para el Desarrollo de Ultramar (CAFOD, por sus siglas en inglés). Aquí hay un W.C y una sala de descanso para los alumnos que se sienten indispuestos.
Los desechos de toda la escuela son aprovechados para la construcción de mobiliario dentro de la institución. A las llantas de los coches se les han encontrado varios usos. Clavados en la tierra se puede usar como asiento en las áreas abiertas. También, están siendo usados como cubos de basura.
Estos cambios están impactando de manera positiva, no solo en la escuela, si no en toda la comunidad.
Durante los tres años en los que se ha prolongado el programa de Saneamiento para el éxito, se ha conseguido reducir un 42% el número de personas sin acceso a servicios de saneamiento como retretes, tratamiento de aguas residuales o gestión adecuada de basura sólida.
Estas buenas prácticas han significado, una caída del 71% de la defecación al aire libre. En Nyanga también ha descendido en un 41% la tasa de enfermedades relacionadas con la falta de acceso a la higiene, limpieza y saneamiento.
Nyanga, Zimbabue es una zona empobrecida ya que ocupa el puesto 158 de 188 en el Índice de Desarrollo Humano, a pesar de ello se ha conseguido posicionar como ejemplo de la economía circular, limpieza y mejora para sus alumnos y hasta para la comunidad.