Korfbal: este deporte es el único verdaderamente mixto, fue creado en Holanda a principios del siglo XX y sus reglas consisten en que los participantes deben dejar jugar a todos.
De acuerdo con Giovanni, uno de los alumnos que practica este deporte mixto, el Korfbal les permite a todos participar, sin importar si son un chicos o chicas, o si tienen habilidades o no.
Todos somos diferentes y somos buenos en diferentes cosas, pero en este deporte todos podemos jugar juntos, agregó.
¿Cómo se volvió tan popular este deporte?
Su origen es casi tan viejo como el básquetbol o el voleibol: nació en Holanda en 1903, de la mano de Nico Broekhuysen, un profesor de educación física que buscó proponer un juego donde todos pudieran jugar en las mismas condiciones.
En un mundo donde la inequidad de género es un tema importante de debate, el korfbal actúa como mediador porque es un deporte —y tal vez el único— mixto, comentó el capitán de la selección inglesa de korfbal, Ben King.
Para jugarlo se hacen dos equipos de ocho integrantes (la mitad hombres y la otra mitad, mujeres) tienen la misión de embocar un balón por una especie de anillo o cesta (korf significa cesta en holandés), que está ubicada a unos tres metros de altura.
Los hombres deben marcar a los hombres y las mujeres a las mujeres en dos zonas: ataque y defensa: “Es un deporte con mucha dinámica: en cualquier momento te va a tocar defender o atacar. Cada dos goles hay que cambiar de posición en la cancha”, explicó King.
Gana el equipo que logre pasar más veces el balón a través de la cesta en los cuatro cuartos de 15 minutos que dura el encuentro.
El deporte mixto que lucha contra el sexismo
El Korfbal rompe con el estereotipo de que los hombres y las mujeres no pueden jugar juntos. Y que las mujeres son el sexo débiles y no aptas para el deporte.
Amo jugar korfbal porque es un juego con mucha dinámica en el que puedes jugar con las mujeres, dice el estudiante.
Las reglas del korfbal además de hacer un deporte realmente mixto, también es perfecto para actividades de integración; a diferencia del fútbol, el tenis o el básquetbol donde todavía sigue siendo una práctica minoritaria.
