La crisis de refugiados en Europa ha crecido a un nivel tan alarmante que numerosos líderes mundiales han tenido que tomar medidas al interior de sus naciones y hacer llamados externos de solidaridad con el fin de apoyar a quienes, debido a la violencia, han tenido que abandonar sus ciudades de origen en busca de un mejor lugar. Sin embargo la respuesta de algunos países no siempre ha sido del todo favorable.
Esta vez el líder y activista chino Ai Weiwei, crítico de la respuesta europea a la crisis, decidió hacer su propio llamado al mundo para crear conciencia sobre la dimensión del problema y tomar acción, por lo que el pasado 13 de febrero cubrió las columnas de la Konzerthaus de Berlín con un total de 14,000 chalecos salvavidas desechados por los refugiados en la isla griega de Lesbos.
De acuerdo con Weiwei, cada uno de estos chalecos simboliza la vida de una persona para quien arribar a Lesbos es solo el principio.