La falta de vivienda es un problema que afecta a millones de personas alrededor del mundo y resolverlo parece un tema difícil. Ofrecer una moneda a cada persona sin hogar resulta un reto imposible, y más aún brindarles la posibilidad de contar con un techo permanente. Diversas organizaciones nacionales e internacionales han orientado sus esfuerzos a la educación y han ofrecido refugio a quienes lo necesitan, sin embargo la falta de recursos económicos para su mantenimiento los deja con frecuencia carentes incluso de servicios fundamentales.
Por ello, los refugios para personas sin hogar no suelen ser asociados a elegantes diseños, pero los edificios a cargo de la organización Common Ground han llegado para cambiar este paradigma, ya que trabajan por la difícil tarea de sacar a las personas sin hogar de las calles de Nueva York e integrarlos en hogares permanentes.
La primera unidad de esta organización fue terminada en 1991 con un total de 652 residencias de apoyo en Times Square y un diseño inigualable.
«El mensaje que queremos transmitir a las personas que han sido despedidas y realmente se han aislado de la sociedad durante años es: «tu importas y eres valorado», «debes estar orgulloso de tu mismo», aseguró Brenda Rosen, CEO de la organización en una entrevista con Fast Company.
Mientras que algunas organizaciones luchan contra la drogadicción, la falta de oportunidades de educación y otras tareas difíciles utilizando este combate como requisito previo al apoyo en los servicios de vivienda, Common Ground fue una de las primeras organizaciones no lucrativas en Estados Unidos en abrazar plenamente la filosofía «vivienda primero», es decir, el principio de que las personas necesitan una situación de vivienda estable para superar el resto de sus complicaciones.