¿El mini golf enseña sobre cambio climático? A principios de este mes se inauguró un campo de minigolf de 18 hoyos en el barrio neoyorquino de Brooklyn, con el objetivo de enseñar a los jugadores sobre el cambio climático.
De acuerdo con Reuters, cada uno de los 18 hoyos del minigolf Putting Green muestra un problema o una solución al cambio climático. Un cartel en cada hoyo describe el tema.
Por ejemplo, el hoyo 1 muestra cómo la basura y los desechos son arrastrados por los desagües pluviales hasta los cursos de agua, mientras que el hoyo 2 muestra lo que ocurre cuando una ballena muere y se hunde en el fondo del océano.
El agujero 3 describe la pérdida de hábitat de los osos polares a medida que desaparece el hielo, el agujero 6 muestra cómo el clima extremo podría provocar refugiados climáticos, y el agujero 12 destaca la ineficiencia energética de los edificios urbanos más antiguos.
Mini golf enseña sobre cambio climático
Por su parte, Mike Lampariello, director del Domino Park (lugar donde se encuentra el campo) afirma:
El cambio climático y el medio ambiente son temas muy importantes en estos momentos. Por eso, al poner en primer plano los problemas medioambientales de una forma divertida y lúdica como el minigolf, se estimula la conversación y se ayuda a la gente a comprender el alcance del problema.
Mike Lampariello, director del Domino Park.
Cada uno de los hoyos del campo ha sido diseñado por artistas locales o grupos sin ánimo de lucro, como el Building Energy Exchange, que diseñó el hoyo «Edificios energéticamente eficientes».
Mientras que muchos campos de golf de tamaño normal son criticados por los ecologistas por considerarlos derrochadores y perjudiciales para los ecosistemas, Putting Green se construyó con «materiales responsables con el medio ambiente», incluida la madera recuperada utilizada para el entarimado. Una maqueta de la Tierra hecha con tapones de botellas usadas y césped reciclado da la bienvenida a los visitantes.
Los visitantes del campo dicen que aprecian el mensaje sobre el cambio climático.
Es bueno enseñar tanto a los adultos como a los niños, porque hay información en estos carteles que ni siquiera conocía, especialmente algunas cosas sobre la resiliencia urbana al cambio climático.
Emanuel Evans, jugador del minigolf junto con su hijo Liam.
De repente, pasas por el hoyo, lees el pequeño párrafo y dices: ‘Oh, no me había dado cuenta’. Sin duda, es una forma de informar a la gente al tiempo que les permite divertirse.
Brett Serafin, minigolfista.
Según los organizadores, los beneficios del campo irán a parar a dos grupos ecologistas locales: The Wildlife Conservation Society y Newtown Creek Alliance.
18 hoyos sobre cambio climático
Hoyo 1: Bajo el drenaje
Kim Holleman (artista de Brooklyn)
La basura y los desechos que se acumulan en las calles de la ciudad son arrastrados por los desagües pluviales y llevados por el agua de lluvia a las vías fluviales de Nueva York y más allá, afectando a la salud de la vida marina. Un paso importante para la salud de las vías fluviales de Nueva York es tener las calles libres de basura.
Hoyo 2: Fiesta de ballena
Dear Climate (Colectivo de Arte) y Black Goble (Arquitecto)
Cuando una ballena muere y se hunde, su cadáver crea todo un ecosistema en el fondo del océano, alimentando a miles de organismos. La contaminación de los océanos afecta a este proceso e interrumpe la cadena alimentaria, impactando a especies que van desde el krill hasta las ballenas.
Hoyo 3: El derretimiento de la capitalocena
Juanli Carrión (artista afincado en Brooklyn)
Los osos polares, los mayores mamíferos carnívoros de la Tierra, han perdido una parte extraordinaria de su hábitat debido al calentamiento del planeta. A medida que desaparece el hielo marino del Océano Ártico, los osos polares deben viajar más lejos para cazar su alimento.
Hoyo 4: Suelo más alto
Mike Tribe (artista de Brooklyn)
La cambiante línea de costa de la isla de Manhattan crea un telón de fondo para los impactos proyectados de la subida del nivel del mar para el año 2100, modelados por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos (USACE).
Hoyo 5: Mantenerse a bordo
YMCA of Greater New York, Greenpoint (Organización sin ánimo de lucro)
Para adaptarse al cambio climático y a la subida del nivel del mar, las ciudades del futuro necesitarán soluciones creativas: gestión del litoral, transporte público elevado y energía renovable procedente de turbinas eólicas, hidroeléctricas y solares.
Hoyo 6: Elecciones
OBJ (Colectivo de diseño)
Los fenómenos meteorológicos extremos alteran los entornos habitables, desencadenando desplazamientos globales. El cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones del Acuerdo Climático de París ayudará a proteger a las comunidades vulnerables y a revertir la crisis de los refugiados climáticos.
Hoyo 7: Dos caminos
Club de chicas del Lower East Side
Una nueva generación de activistas medioambientales aboga por un futuro regenerativo que dé prioridad a la naturaleza, acabe con nuestra dependencia de los combustibles fósiles, proteja la biodiversidad y cree igualdad de oportunidades.
Hoyo 8: Surge garden
Escuela Secundaria de Arquitectura y Diseño de Williamsburg (instituto público)
La ciudad de Nueva York tiene 520 millas de costa. Las estrategias para la resiliencia de la costa (rompeolas vivos, plantaciones costeras y líneas de costa con escollera) pueden ayudar a mitigar los riesgos y proteger nuestro litoral urbano de las mareas de tempestad y del aumento del nivel del mar.
Hoyo 9: Derretimiento de hielo
Blane De St Croix (artista de Brooklyn), Paul Amenta (artista) y Ted Lott (arquitecto)
Los glaciares existen en casi todos los continentes, y su retroceso es uno de los signos más visibles del cambio climático. El retroceso de la capa de hielo y nieve influye considerablemente en las temperaturas oceánicas y atmosféricas, afectando a los patrones climáticos a nivel mundial.
Hoyo 10: Fuegos el bosque
Blane De St Croix (artista de Brooklyn), Paul Amenta (artista) y Ted Lott (arquitecto)
Los incendios forestales periódicos desempeñan un papel útil en el ciclo vital de un bosque. Sin embargo, las condiciones de sequedad causadas por el calentamiento global han aumentado la frecuencia y la gravedad de los incendios forestales, lo que ha provocado la pérdida de vidas y cosechas, y el deterioro de la calidad del aire.
Hoyo 11: Los humanos son la clave
Mel Chin (Artista)
Las plantas autóctonas sustentan una amplia gama de vida silvestre, incluyendo polinizadores, insectos y aves. También alimentan un ecosistema subterráneo, promueven las relaciones simbióticas entre los organismos y mantienen el suelo sano y estabilizado frente a la erosión.
Hoyo 12: Edificios energérticamente eficientes
NYC Climate Action Alliance (organización sin ánimo de lucro centrada en el clima) y Building Energy Exchange (organización sin ánimo de lucro centrada en el clima)
Casi el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la ciudad de Nueva York proceden de los edificios de antes de la guerra, que son ineficientes y necesitan ser modernizados. Los propietarios de los edificios pueden reducir sus emisiones actualizando la iluminación, la carga de los enchufes y las estrategias de climatización.
Hoyo 13: Compost fore NYC
DSNY Sanitation Foundation (organización sin ánimo de lucro)
Casi un tercio del flujo de residuos de Nueva York es materia orgánica. Cuando se envía a los vertederos, la materia orgánica se descompone y emite metano. Convertir los residuos en compost reduce estas emisiones y devuelve los nutrientes al suelo, completando el beneficioso ciclo de crecimiento.
Hoyo 14: La locura del metano
Instituto de Atletismo y Tom Russotti (artista de Brooklyn)
Cuando las vacas digieren los alimentos, los microbios de sus estómagos los descomponen y producen unas 220 libras de metano al año. A medida que aumenta la demanda mundial de carne de vacuno, las prácticas agrícolas sostenibles están empezando a abordar la producción de metano en la agricultura.
Hoyo 15: La gran ostra
Billion Oyster Project (Proyecto de Ciencia Ciudadana) y Chris Edmonds & Nat Quinn (Diseñadores)
Las ostras bombean agua a través de sus branquias, filtrando partículas tóxicas. Antaño omnipresentes en el puerto de Nueva York, casi han desaparecido debido a la sobrepesca, la contaminación y la pérdida de hábitat. Restaurar las ostras es fundamental para que las vías fluviales sean más saludables.
Hoyo 16: Pensamiento futuro
WSP (empresa de ingeniería y diseño)
Las ciudades con amplios sistemas de transporte público obtienen una alta puntuación en sostenibilidad y equidad social. Por ejemplo, el sistema de metro de Nueva York puede llevarte a cualquiera de sus 472 estaciones sin emisiones, lo que lo convierte en una opción respetuosa con el clima.
Hoyo 17: ¡Que sea verde, NYC!
Julie Ember (diseñadora de espacios públicos) y Katie Shima (artista y arquitecta)
¿Sabías que el 40% de la superficie de Nueva York es verde? Los árboles, los parques y los humedales hacen que nuestra ciudad sea más resiliente: retienen el carbono, reducen el efecto de la isla de calor urbana, proporcionan un hábitat para la vida silvestre y ayudan a los neoyorquinos a conectarse con la naturaleza.
Hoyo 18: Disparar la brisa: volver al futuro con la energía eólica
Alison Simko (periodista) y Kate Mulhauser (diseñadora)
Los molinos de viento impulsaron la vida de los colonos de Nueva Ámsterdam, y el sello de la ciudad incluso tiene aspas de molino del siglo XVII. Para cumplir los objetivos de energía renovable, el Estado de Nueva York está desarrollando parques eólicos en alta mar, volviendo a una fuente de energía utilizada hace 400 años.