Imagínate entrar en cualquier centro comercial un sábado por la tarde y ver personas paseándose con 2 stickers diferentes. Uno que dice: “Este producto puede contener esclavitud.” y el otro que dice: «El producto ha sido certificado como libre de esclavitud».
Este producto puede contener esclavitud: un experimento
Justo eso es lo que hizo Miriam Amdur de Corporate Knights, fingiendo ser una cliente colocó las etiquetas adhesivas en prendas de ropa en las áreas más concurridas de una tienda de H&M y se quedó observando.
Tenía la curiosidad de saber cómo reaccionaría la gente ante la posibilidad de que una niña de Bangladesh de nueve años a la que le pagan un salario por debajo del nivel de vida ha hecho la prenda.
Lo más triste es que la mayoría de la gente ni se dio cuenta. De los más de diez compradores que mostraron interés en la camiseta que decía «Este producto puede contener esclavitud» en la parte delantera del H&M, solo dos leyeron el letrero.
Una madre e hija examinaron la playera marcada como potencialmente creada por esclavos y aún así entraron a la tienda, continuando sus compras como siempre.
El otro letrero “El producto ha sido certificado como libre de esclavitud” recibió aún menos atención.
Amdur repetió el mismo proceso en Gap y puso las calcomanías en jeans para hombres y camisetas para mujeres. Solo el 20% de las personas se dieron cuenta de las señales.
Este producto puede contener esclavitud: estudios
La falta de atención no significa necesariamente que los consumidores no quieran comprar de manera más ética.
En 2016, Morgan Stanley encuestó a 1000 clientes en el Reino Unido sobre sus puntos de vista sobre los principales minoristas de ropa.
El 51% de los encuestados dijo que las credenciales éticas eran algo o muy importantes al decidir entre las marcas de moda.
El mismo estudio también encontró que el 62% de los encuestados valoraba la buena ética como un criterio clave de gasto.
La buena ética estaba en el medio de la lista de 12 factores, la relación calidad-precio fue primero con 84% y la buena publicidad en el último lugar con 36%.
Para comprar de manera ética, es fundamental que los consumidores entiendan que la esclavitud no es parte del pasado.
Se estima que 25 millones de personas, la mayoría de las cuales se encuentran en Asia, son víctimas de trabajo forzado y están sujetas a la esclavitud, la servidumbre por deudas y la trata de personas.
El trabajo forzoso también está incluido en la producción de algodón, cuero, textiles y prendas de vestir en los minoristas de ropa más grandes del mundo.
Según el Índice Global de Esclavitud, la industria de moda es el segundo mayor defensor de la esclavitud moderna después de la electrónica.
Una investigación de la televisión australiana ABC descubrió que Target y H&M compran algodón de la provincia china de Xinjiang, donde los uigures musulmanes detenidos se ven obligados a trabajar en fábricas textiles.
Las marcas dijeron que están investigando su relación con los proveedores.
Patricia Carrier, gerente de programas en Modern Slavery Registry, dijo que dada la prevalencia de la esclavitud moderna en las cadenas de suministro globales, la mayoría de las compañías globales lo tienen en algún lugar de sus cadenas de suministro, muy dentro donde no tienen mucha visibilidad o influencia.
Datos sobre esclavitud moderna
Según la Organización Internacional del Trabajo, las ganancias de la esclavitud están a 150 mil millones de dólares al año, lo que la hace mayor que Apple.
Las víctimas de esclavitud moderna son parte de la razón por la cual podemos entrar a la tienda de alguna marca favorita, comprar jeans y sentirnos satisfechos.
El documental de 2015 The True Cost destacó varios de los aspectos espantosos de la moda rápida.
Profundiza en la vida de los trabajadores de bajos salarios en los países en desarrollo y Shima Akhter de una fábrica de prendas de vestir de Bangladesh de 23 años súplica a los consumidores al final de la película lo más escalofriante. «No quiero que nadie use nada que se produce con nuestra sangre».
El estudio The Socially Conscious Consumer? Field Experimental Tests of Consumer Support for Fair Labor Standards puso a prueba la misma idea en 111 tiendas de Banana Republic Factory en los Estados Unidos al organizar dos letreros diferentes en las tiendas.
Uno destacó los atributos de moda de los productos, mientras que el otro explicó el compromiso de la compañía de promover condiciones de trabajo justas y seguras.
Las etiquetas con información sobre estándares laborales en artículos de hombres y mujeres de bajo precio no tuvieron un impacto estadístico en las ventas en los centros comerciales.
Cabe destacar que los signos sí tuvieron un efecto positivo en las mujeres que buscan artículos de mayor precio.
Las personas pueden participar en comportamientos poco éticos y defender su percepción deseada a través de un razonamiento motivado.
El estudio Sweatshop Labour is Wrong Unless the Shoes are Cute: Cognition Can Both Help and Hurt Motivated Moral Reasoning encontró que los consumidores que estaban estresados, distraídos o preocupados tenían menos probabilidades de justificar el trabajo de explotación debido a la falta de capacidad mental para convencerse de algo que no es cierto.
Un informe de KnowTheChain clasificó a las compañías globales en los pasos que tomaron para eliminar el trabajo forzado en todas sus cadenas de suministro. Gap obtuvo un puntaje de 75/100 y H&M 65/100 estuvieron entre los líderes.
En Canadá, muchos de los compradores no cuentan con información para tomar decisiones informadas.
World Vision descubrió que el 80% de los canadienses no tienen idea si sus compras ayudan a la explotación de los niños.
El estudio también señaló que el 90% de los canadienses está de acuerdo en que el gobierno debería obligar a las empresas a informar públicamente sobre sus proveedores y los esfuerzos por reducir la esclavitud moderna en sus cadenas de suministro.
Leyes sobre esclavitud moderna
Reino Unido, California, los Países Bajos y Francia aprobaron legislación para abordar la esclavitud moderna.
La Ley de Esclavitud Moderna del Reino Unido garantiza que las empresas que operan al menos parte de sus negocios en el Reino Unido y tienen aproximadamente 73 millones de dólares en facturación global bruta anual son responsables de las acciones en sus cadenas de suministro.
Kevin Thomas, CEO de la Asociación de Accionistas para Investigación y Educación (SHARE) dijo que Canadá necesita el tipo de regulación que facultaría a las compañías del sector privado para informar sobre sus esfuerzos de diligencia debida para restringir y eliminar el uso de la esclavitud moderna en las cadenas de suministro.
¿Cuál es la solución? Mientras más presión se ejerce en el gobierno y las empresas para erradicar la esclavitud moderna, es más probable que ellas proporcionen mejores condiciones de trabajo para los fabricantes de la ropa que usamos diario.