En Alemania, el 30% de las frutas y verduras llega a los botes de basura sin haberse siquiera ofrecido antes a los consumidores. ¿El motivo? La apariencia dañada de estos alimentos, que son completamente aptos para el consumo, pero cuyo aspecto hace pensar que son muy feos para exhibirlos ante el público.
Una cuestión completamente superficial que se traduce en un grave problema. Cada año en Alemania, 18 millones de toneladas de productos van directamente a la basura por motivos puramente ” estéticos”. Por eso, tres estudiantes de la Universidad de Weimar han puesto en marcha Querfeld, una empresa social que lucha contra esta tendencia salvando las frutas y verduras de peor aspecto.
El sabor no es cuestión de apariencia
El principio de Querfeld es simple: se trata de ir a recoger los vegetales más feos directamente de los productores locales, antes de que estos los tiren a la basura o los distribuidores intermediarios no los admitan para la venta. De este modo, el equipo estudiantil compran los productos a menos costo para luego revenderlos más baratos en los mercados.
Por tanto, la acción tiene un triple beneficio: reducir el desperdicio de alimentos, aportar un ingreso suplementario a los productores locales que no habrían podido vender dichos productos en el circuito tradicional y ofrecer al consumidor artículos biológicos que no pasan por intermediarios y cuyos precios son mucho más reducidos.
Un método que permite contentar a todos los eslabones de la cadena, preservando las cosechas y evitando pérdidas inútiles. En 2015, el pequeño equipo de Querfeld también consiguió evitar la pérdida de 10 toneladas de frutas que, de otro modo, se habrían ido directo a la basura.
Fuente: Konbini