El cambio climático no es tu problema, es problema de tus hijos; al menos así será si quienes somos adultos no comenzamos a actuar ahora. En octubre del año pasado, la Academia Americana de Pediatría (AAP) publicó una declaración política en la que vinculó el cambio climático con la salud de los niños invitando a gobiernos y organizaciones a proteger a la infancia de las afectaciones de este fenómeno, incluyendo los desastres naturales, el aumento de infecciones y las amenazas al suministro de agua y alimentos.
Gobiernos, empresas y organizaciones se han reunido en diversas ocasiones para tratar de encontrar soluciones a problemas como el cambio climático, mientras que celebridades y líderes mundiales han emprendido numerosos esfuerzos por alertar a la población haciendo incontables llamados a favor de nuestro planeta. Desafortunadamente esto no es suficiente, por lo que la necesidad de transformar los discursos en verdaderas acciones cobra una importancia cada vez más grande.
Ante tantos problemas los niños no están ciegos. Las nuevas generaciones han dado ya una mirada a los efectos del cambio climático sobre su planeta; saben que el futuro del planeta les pertenece y se encuentran preocupadas por las posibles consecuencias de la falta de acción por parte de los adultos, por lo que muchos de ellos han decidido tomar el problema en sus manos aún cuando esto implique demandar al gobierno estadounidense.
Así, mientras el gobierno norteamericano libra una batalla legal con los valientes pequeños que han denunciado negligencia ambiental, en Ontario, Canadá las autoridades saben que la voz de los niños es la más importante al momento de proponer soluciones a la crisis ambiental que enfrenta el mundo entero, por lo que de la mano de la agencia Grey y el ecologista David Suzuki ha lanzado una campaña de dos etapas para reclamar el fracaso de los adultos en la lucha contra el cambio climático y el calentamiento global.
En el primero de ellos, Suzuki se dirige a un auditorio repleto de niños para alertarlos sobre los terribles efectos del cambio climático y la forma en la que este fenómeno podría afectar su vida diaria en el futuro, mientras que en el segundo, los pequeños responden de una forma tan peculiar como inspiradora.
En este inspirador spot cargado de indignación, los niños ofrecen a la audiencia su propia visión sobre el cambio climático y con sus increíbles dibujos hechos a mano proponen creativas soluciones para rescatar al planeta.
Desafortunadamente las soluciones propuestas por estos pequeños no pueden ser adoptadas por sus padres y amigos de inmediato. Lo que sí pueden lograr es inspirarnos a todos para tomar acción y combatir esta crisis desde su origen: nuestros modelos de producción y consumo.
En contraste, el sitio web de la campaña ofrece a los interesados acciones concretas para combatir el cambio climático desde casa, como desconectar los aparatos eléctricos, comprar alimentos en el comercio local y elegir el transporte público.
