Eliminar la contaminación plástica es un objetivo clave en la lucha contra los desafíos medioambientales de nuestra era. Más de 60 naciones, miembros de la High Ambition Coalition to End Plastic Pollution (HAC), se han comprometido a establecer reglas globales vinculantes para eliminar la contaminación plástica para 2040.
Países como Reino Unido, Japón, la Unión Europea, Kenia, Australia y Ruanda representan una parte significativa del consumo mundial de plástico y han decidido actuar de manera conjunta para abordar este problema, reduciendo así su impacto en el medioambiente y la salud humana mediante su participación como miembros de la HAC.
El objetivo del este grupo es reducir la producción y el consumo de plásticos, eliminar productos y químicos dañinos y fomentar una economía circular. Dichas acciones se enmarcan dentro de las discusiones globales, lideradas por la ONU, sobre el primer tratado internacional legalmente vinculante que podría establecer las bases para erradicar la contaminación plástica y cuyas próximas negociaciones están programadas para noviembre en Busan, Corea del Sur.
Te contamos cuáles son las sugerencias de la HAC para combatir la contaminación plástica. ¡Sigue leyendo para enterarte!
Las propuestas de la HAC para eliminar la contaminación plástica para 2040
La High Ambition Coalition ha sido un aliado clave en los esfuerzos para alcanzar un acuerdo global que aborde la contaminación plástica para 2040. Los miembros de esta coalición han presionado por medidas estrictas, como la eliminación de productos plásticos problemáticos y la introducción de normas de diseño para que los productos sean seguros, reutilizables y reciclables. Este enfoque busca transformar la forma en que se producen y gestionan los plásticos a nivel mundial.
El éxito del tratado internacional dependerá de las resoluciones que se logren en noviembre, fecha en que la ONU programó la quinta sesión del Comité Intergubernamental de Negociación (INC-5) para desarrollar un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos.
En caso de que las negociaciones no resulten en un acuerdo suficientemente fuerte, la HAC ha mostrado su disposición a seguir buscando alternativas para alcanzar sus objetivos. Por su parte, la WWF ha respaldado este compromiso, instando a la coalición a mantenerse firme en sus metas de reducir la contaminación plástica para 2040, incluso si otros países no lo hacen.
El impacto en la salud humana
Además de los daños medioambientales, la contaminación plástica tendrá un costo significativo en la salud humana si no se toman medidas inmediatas. Estudios recientes han demostrado la presencia de microplásticos en la sangre humana, lo que plantea serios riesgos, como problemas cardíacos y accidentes cerebrovasculares. En este sentido, los médicos han alzado la voz, pidiendo a los formuladores de políticas que incluyan la salud humana en las negociaciones del tratado.
El Plastic Health Council ha destacado que los costos asociados a la exposición a químicos disruptores endocrinos (EDCs) en Estados Unidos ascendieron a $250 mil millones en 2018. Esta cifra muestra que la contaminación plástica no solo afecta el medio ambiente, sino que también ejerce una carga significativa sobre los sistemas de salud pública. Reducir la contaminación plástica para 2040 no solo es una prioridad ambiental, sino también una necesidad urgente para la salud global.
El exceso de plástico y la necesidad de acción global
El Plastic Overshoot Day, que marca el momento en que la gestión global del plástico se vuelve insostenible, ocurrió el 5 de septiembre de 2024, lo que significa que, desde esa fecha, el mundo ya no cuenta con la capacidad para gestionar adecuadamente los residuos plásticos que se produzcan el resto del año. Cada nación contribuye a este fenómeno, pero 12 países, incluidos China, India y Estados Unidos, son responsables de la mayor parte del plástico mal gestionado a nivel mundial.
Según encuestas recientes, el 85% de la población mundial exige una prohibición de plásticos de un solo uso innecesarios. Este consenso global evidencia la urgencia de adoptar medidas más rigurosas para reducir la contaminación plástica para 2040, tanto a nivel político como empresarial. Solo con un esfuerzo conjunto se podrá cambiar el curso de esta crisis.
La eliminación de la contaminación plástica para 2040 no debería ser una tarea que involucra solo a los miembros de la HAC, sino un objetivo global que nos lleve a exigir acciones inmediatas y comprometidas.
Los países de la High Ambition Coalition están liderando este esfuerzo, con medidas que no solo buscan reducir el impacto ambiental, sino también proteger la salud humana. A medida que las negociaciones del tratado internacional se acercan, es crucial que las naciones lleguen a un acuerdo firme para erradicar la contaminación plástica. Con reglas claras y mecanismos de rendición de cuentas, será posible construir un futuro más sostenible para las próximas generaciones y asegurar que los compromisos de hoy se traduzcan en resultados tangibles para el futuro.
