La guerra por el talento puede estar en curso, pero el campo de batalla se está redibujando. Según Sustainable Brands (SB), los cambios sísmicos en la vida de las personas provocados por la COVID-19, la emergencia climática y la crisis del costo de vida han modificado las demandas que los empleados están haciendo a las empresas para las que trabajan.
Para ganar los corazones y las mentes de los mejores y más brillantes colaboradores, las empresas necesitan reconocer estos cambios y modificar sus tácticas en consecuencia. Pero, ¿por qué se dice que contar con una estrategia genuina de sustentabilidad gana la guerra de talentos? Desde la alineación de valores hasta la mejora de la imagen de marca y la retención de empleados, te contamos cómo una estrategia de sustentabilidad puede ser un factor decisivo para ganar la «guerra de talentos».
Sustentabilidad gana la guerra de talentos
Como hemos comentado, las crisis actuales continúan remodelando las demandas de las personas. El movimiento conocido como la «Gran Renuncia», una salida sin precedentes de la fuerza laboral en EE. UU. durante la pandemia, es evidencia de la necesidad de integrar un mayor propósito en el trabajo que conecte con las personas.
Tony Danker, Director General de la Confederación de la Industria Británica (CBI), señaló en su reciente Conferencia sobre el Futuro del Trabajo que las empresas necesitan reconocer estas nuevas realidades e integrar un nuevo enfoque que contemple modelos de trabajo más flexibles, así como aspectos ambientales, sociales que son de profundo interés y preocupación para las personas.
Abordar desafíos como el cambio climático, la igualdad de género y la justicia social en general son algunos de los valores que los empleados buscan en las empresas, y de hecho quieren pertenecer a estos espacios de trabajo para sumarse a crear un impacto positivo. Esto coincide con una encuesta reciente realizada a empleados en los Estados Unidos y el Reino Unido encargada por Paul Polman, que encontró que la mayoría (66% en el Reino Unido, 76% en EE. UU.) quiere trabajar para una empresa que esté tratando de tener un impacto positivo en el mundo.
«Ya no se trata solo de que los empleados trabajen para nosotros. Ahora [las empresas] debemos trabajar para ellos también».
Tony Danker, Director General de la Confederación de la Industria Británica (CBI).
Colaboradores quieren empresas con RSE
En opinión de Danker, en la actualidad las empresas deben adoptar prácticas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) más que nunca y demostrar así su interés en la sociedad más allá de solo obtener ganancias económicas. La RSE implica una gestión sostenible de la empresa que reconoce los intereses de los distintos grupos con los que se relaciona, incluyendo los empleados, los clientes, los proveedores y la comunidad en general.
No obstante, los empleadores y las empresas deben dejar de enfocarse únicamente en las demandas de las fuerzas laborales más jóvenes (Gen Z) y próximas a integrarse, ya que esto puede pasar por alto la creciente demanda entre los empleados de todas las edades para que las corporaciones demuestren su interés en la responsabilidad social y ambiental. Las generaciones X (personas nacidas entre 1969-1980) e Y (personas nacidas entre 1981-1993) están igualmente enfocadas en la sostenibilidad cuando se trata de elegir a su empleador.
El informe de Unily: El futuro del lugar de trabajo sostenible en la era de la COVID-19 y el cambio climático (2020) encontró que el 72 por ciento de los trabajadores de oficina de Reino Unido de diferentes generaciones estaban preocupados por la ética ambiental y que el 65 por ciento estaría más dispuesto a trabajar para una empresa con políticas ambientales sólidas. El cambio climático, los derechos humanos y la equidad social resonaron especialmente con los trabajadores de entre 30 y 40 años.
La sustentabilidad gana la guerra de talentos
Las empresas deben ser conscientes de que los problemas sociales y ambientales juegan un papel clave en la retención de talento senior. Es esencial que las empresas incorporen una estrategia genuina de sostenibilidad que tenga en cuenta su impacto en la sociedad y el medio ambiente. De lo contrario, es posible que pierdan a sus empleados más talentosos.
La investigación ha demostrado que tener una estrategia de sostenibilidad genuina es crucial en la guerra por el talento. Los trabajadores quieren que las empresas hagan más, pero no se dejarán engañar por eslóganes llamativos o promesas sin fundamento.
La investigación de Unily también ha encontrado que el 83% de los trabajadores de oficina creen que sus empleadores están haciendo muy poco para abordar el cambio climático, lo que sugiere una brecha preocupante entre la intención y la acción por parte de los empleadores.
Esta falta de acción se debe en parte a la falta de alineación de las estrategias de sostenibilidad de las empresas con las estrategias comerciales en todos los aspectos de sus organizaciones. Las empresas deben demostrar cómo la sostenibilidad está arraigada en el negocio y cómo los empleados desempeñarán un papel crítico en ese viaje hacia la sostenibilidad.
La autenticidad en la estrategia de sustentabilidad lo es todo
Empoderar a los trabajadores para contribuir a soluciones de sostenibilidad es mucho más motivador que simplemente crear conciencia sobre las estrategias de sostenibilidad corporativa y es un factor significativo en la retención de talentos.
Lo anterior vuelve significativo que las empresas integren su estrategia de sostenibilidad en su estrategia de capital humano, así como en su estrategia comercial en general. Esto incluye un progreso genuino en relación con los objetivos medioambientales y sociales, incluidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, y Esforzarse por cumplir con estándares creíbles de sostenibilidad corporativa.
En conclusión, tener una sólida estrategia de sustentabilidad gana la guerra de talentos por que incorpora en el corazón del negocio los desafíos más apremiantes que enfrenta la humanidad hoy y a futuro, atrayendo y reteniendo así colaboradores que conectan con estas prioridades.