De acuerdo con la ONU, los accidentes laborales, las largas horas de trabajos, las enfermedades relacionadas con el trabajo y el estrés, causan 374 millones de muertes al año y tienen grandes repercusiones tanto en el ámbito personal como en el familiar.
Estas últimas circunstancias se agravaron durante los últimos dos años y medio derivado de la pandemia y el confinamiento por COVID-19, pues muchos tuvieron que comenzar a realizar sus labores desde casa, y tras el levantamiento de restricciones gran cantidad de colaboradores se está enfrentando a volver a laborar en oficinas de manera presencial.
Dicho contexto ha dejado como resultado una estadística preocupante: A nivel global, el 44% de los trabajadores presenta cierto grado de estrés. Lo cual ha provocado que se sientan desconectados y desorientados, así como experimentar preocupación, ira e incluso dolor físico.
Según información de El economista, lo anterior se debe a que los empleados no consideran que su trabajo sea significativo ni gratificante, pero se sienten comprometidos. Además, en América Latina el 60% de las personas consideran que no prosperan en su bienestar general.
Asimismo, desde el año 2021, el 63% de los trabajadores de mexicanos ha presentado estrés laboral derivado de falta de control, exceso o escasez de trabajo, liderazgo inadecuado, así como jornadas de trabajo muy largas y fuera de lo establecido.
¿El estrés de los trabajadores es algo nuevo?
Aunque pueda parecer que el estrés es efecto de la sociedad contemporánea, no lo es del todo. Desde hace unas décadas, varios estudios han hablado sobre sus consecuencias. Ya sea que provenga de una fuente externa a la vida laboral o sea parte de la misma, los trabajadores presentarán los mismos síntomas derivados de la carencia de bienestar general.
De hecho, ahora es sabido que el estrés crónico laboral puede causar el síndrome de burnout. La revista Medicina Legal de Costa Rica menciona que, desde el año 2000, la OMS declaró este padecimiento como factor de riesgo laboral, ya que afecta la calidad de vida y salud mental de los empleados, e incluso puede poner en riesgo sus vidas.
El estrés es parte del trabajo de forma inevitable, pero si una persona está sometida constantemente a él puede desarrollar padecimientos derivados de este. De acuerdo con el Observatorio de Riesgos Psicosociales de España:
El estrés crónico puede causar, entre otras patologías, fatiga crónica, depresión, ansiedad e insomnio. Así como enfermedades del aparato digestivo, enfermedades cutáneas, problemas cardíacos y agravar padecimientos previos. Además, los empleados pueden incurrir en abuso de alcohol o sustancias.
Observatorio de Riesgos Psicosociales.
Por otro lado, según el European Risk Observatory Report de 2009, el estrés laboral causa entre el 50% y el 60% de inasistencias al trabajo. Además, afirma que el 25% de los trabajadores experimentó estrés durante toda o gran parte de la jornada laboral afectando negativamente su salud.
Impacto del estrés laboral en las empresas
El estrés de los empleados, el síndrome de burnout y los padecimientos médicos derivados no solo afectan a los individuos, sino a toda la organización. Por ejemplo, las inasistencias perjudican el flujo de trabajo y los accidentes laborales pueden conllevar, entre otras cosas, a multas a la empresa.
De acuerdo con un estudio que se realizó en 2014 para estimar el coste y los riesgos del estrés en el trabajo, estos a pesar de ser considerables, son difíciles de medir ya que afectan de manera indirecta. Por ejemplo, aunque una persona asista a trabajar su productividad puede ser muy baja. Lo cual puede ocasionar la necesidad de rotar al personal o causar lesiones.
Por lo tanto, el problema no es solamente del empleado. En el caso de quienes se dedican al servicio a clientes, este puede ser deficiente y afectar la reputación de la empresa. En otros sectores, el colaborador podría resultar inoperante en sus funciones y ausentarse. Lo cual trae consigo pérdidas económicas y fallo en la consecución de metas, tanto del trabajador como de la organización.
Corporaciones buscan reducir el estrés de sus trabajadores
Ante este fenómeno, las empresas y el Gobierno han tomado medidas para mejorar la calidad de vida de los empleados dentro y fuera de las oficinas y espacios de trabajo. Entre estas destaca que las madres trabajadoras pueden gozar de modelos laborales híbridos, así como de apoyos para el cuidado de sus hijos e hijas.
Ante ello, OCCMundial recomienda que las empresas realicen 10 acciones para reducir el estrés y mejorar la productividad dentro de la organización:
- Balancear carga de trabajo.
- Implementar horarios flexibles y permitir trabajo remoto.
- Prestar atención a la comunicación interna.
- Optimizar los canales de comunicación.
- Motivar a los empleados.
- Implementar programas de bienestar.
- Resolver conflictos de manera pacífica.
- Fomentar el trabajo en equipo.
- Brindar retroalimentación.
- Crear un espacio armonioso.
Parte de la responsabilidad social de las empresas, no es únicamente cumplir bajo los lineamientos que o derechos que gozan los trabajadores, sino velar por su la salud y bienestar de uno de los pilares que sustenta a la compañía. Sin embargo, el haber llegado a niveles de estrés nunca antes reportados en el mundo, es una clara muestra que la iniciativa privada no está poniendo manos a la obra.
Al contrario, tras una crisis sanitaria y económica, parecen aprovechar la situación para presionar y demandar cada vez más a las y los colaboradores. Por ende, disminuir el estrés de los trabajadores merece ser un punto central para las organizaciones, porque también las beneficia a ellas: disminuirá el ausentismo, evitará la rotación de personal y brindará un sentido de pertenencia y lealtad al equipo de trabajo. Si la fuerza laboral mantiene su bienestar, también lo mantendrá la empresa.
