La reserva privada Bubye Valley, en Zimbabue, estudia sacrificar a unos 200 leones porque está a punto de alcanzar el límite de población y no puede utilizar la caza para regularla, ya que el Gobierno decidió prohibirla en julio pasado tras la muerte del león Cecil.
La medida ha generado una gran polémica en Zimbabue y el director de Bubye Valley, Byron du Preez, ha tenido que salir al paso de las críticas a su organización.
«El sacrificio se ha discutido, pero por ahora no es necesario», explicó.
La opción que contemplan es encontrar otro parque que acepte acoger a los felinos, igual que se hizo el año pasado con algunos rinocerontes de la reserva de Malilangwe, que fueron trasladados a Botsuana.
Según Du Preez, en la reserva, de unos 3 mil kilómetros cuadrados, hay actualmente entre 503 y 522 leones, una cifra que solo se puede mantener si se permite cazar algunos animales, lo que además genera ingresos adicionales.
El problema es que los leones provocan el descenso de otras especies, no solo sus presas naturales -como el facóquero, el kudú o la jirafa-, sino también entre el resto de depredadores.
«Los leones son muy agresivos con la competencia y no dudan en matar leopardos, guepardos, hienas y cualquier otro depredador que encuentren», alertó Du Preez.
Los leones son un tema muy sensible en Zimbabue desde que la muerte de Cecil a manos de un cazador estadounidense copara todas las portadas de la prensa internacional.
Cada vez menos cazadores de Estados Unidos visitan Zimbabue, aunque Du Preez considera que la ralentización económica ha tenido un impacto mayor que la noticia sobre Cecil.
La población de leones en África se ha reducido desde 200 mil en 1960 a unos 25 mil en la actualidad, según denuncia la organización Protecting African Lions, aunque en Bubye Valley ha sido al contrario y ha pasado de 17 leones en 1999 a más de 500.
Fuente: Zimbabue